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Vecino chivano
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martes, 3 de abril de 2012
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10:38
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La ausencia de delegados mientras se debatía la organización del partido permite sacar adelante una propuesta organizativa que será corregida por el Comité Federal
Puig se enfrenta a la primera polémica como secretario general al tener que decidir si respeta al PSOE o a las bases del PSPV
Ximo Puig, nuevo secretario general del PSPV, se enfrenta a su primera gran polémica interna tras vencer el XII Congreso Nacional con el apoyo de los lermistas, pajinistas y ciscaristas y el pacto de última hora de Francesc Romeu. El plenario votó a favor de la supresión de la división provincial del partido y la vuelta a la estructura comarcal. Una propuesta que va en contra de los estatutos federales del PSOE aprobados en febrero en el 38 Congreso Federal del partido celebrado en Sevilla. Teóricamente, antes de un mes deben convocarse los tres congresos provinciales, por lo que Ximo Puig tendrá que decidir entre desobedecer a la dirección federal y convocar los congresos provinciales para enfado de buena parte del PSPV, que no quiere ni oír hablar de las provincias.
La metedura de pata se produjo el sábado por la tarde, pero se ratificó por la noche. La comisión número 4, la que trataba la organización y los estatutos del PSPV, debatió las enmiendas presentadas para recuperar la división histórica en comarcas del partido. El concejal de Valencia, Pedro Sánchez defendió el mantenimiento de las provincias incorporando la división comarcal, pero Izquierda Socialista -rama integrada en la ejecutiva y demás órganos por Ximo Puig- votó a favor de mantener sólo la estructura comarcal. La propuesta de IS fue rechazada por el 40%, sin embargo un porcentaje que al ser superior al 20% permitía que fuese votada en el plenario por los delegados.
El problema llegó ya en la madrugada del sábado al domingo. Mientras Ximo Puig y los suyos negociaban hasta la mañana siguiente la composición de la ejecutiva y demás órganos del PSPV, una buena parte de los delegados se empleaba a fondo en los pactos, mientras otros celebraban o digerían la victora o la derrota con una cerveza o un copazo. Mientras tanto, en el plenario se llevaba a votación la nueva estructura del partido, donde se produjo la sorpresa: ganaba la propuesta de Izquierda Socialista y los nuevos estatutos del PSPV rechazaban la división provincial y apostaba exclusivamente por la comarcal.
Pero esta idea va en contra de los Estatutos Federales del PSOE, cuyo Comité Federal deberá corregir en julio, en su primera reunión, las normas del PSPV que contravienen los órganos superiores del partido. Por lo tanto, Ximo Puig tendrá que decidir en los próximos días qué hace, aunque lo más probable es que acate las normas del PSOE y convoque los congresos provinciales, lo que le supondrá la primera toma de decisión contraria a las bases del PSPV. Y todo porque un asunto tan delicado fue olvidado por la mayoría de los delegados. De los más de 500 menos de 50 votaron la enmienda.
P. VALENCIANO
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