Alarte acaba en dos minutos y Mata pide al PSOE que sea «libre»

Si las dos intervenciones de delegados del PSPV ante el plenario del congreso federal del PSOE sirvieron para algo, fue probablemente para simbolizar el momento de forma en que se encuentra el debate político en la tercera federación socialista de España. Su secretario general, Jorge Alarte, intervino durante poco más de dos minutos -según fuentes que siguieron su discurso-. Se limitó a poco más que a saludar al plenario, a agradecer la labor de la dirección socialista saliente (defendía el voto favorable a la gestión) a subrayar la importancia de apostar por la innovación y la modernidad... y a despedirse. Lo que algún dirigente socialista calificó como «la nada». El otro representante del PSPV que pidió la palabra fue Manuel Mata, uno de los aspirantes a candidato a optar a la secretaría general del socialismo valenciano. Mata recordó en su intervención que lo que se sometía a valoración no era la gestión del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, sino la de la ejecutiva. Un argumento que algunos no terminaron de entender, en tanto que la persona que ejercía la máxima responsabilidad en uno y otro puesto era la misma. Mata vino a sostener, según las mismas fuentes, que la dirección del PSOE podría haber tenido una posición en relación, por ejemplo, con la gestión de la crisis económica, distinta de la del propio Gobierno. Aunque esa circunstancia habría provocado una convivencia imposible entre partido y Gobierno, y habría obligado a los diputados en el Congreso a decantarse entre la obediencia a la dirección del partido y el respaldo al Ejecutivo central -que se sostenía sobre el apoyo del grupo parlamentario-. «Resultaría esquizofrénico el debate», dijo un delegado del PSPV mientras intervenía el propio Mata. El representante de IS, el penúltimo de todos los delegados en intervenir, emplazó a los más de 900 delegados a «ser libres» a la hora de adoptar sus decisiones, un mensaje con el que el abogado valenciano apela tradicionalmente a la necesidad de romper con las obediencias establecidas por las distintas familias y corrientes. Pero que ayer no fue bien interpretado por algunos, que se preguntaron si lo que el abogado estaba deslizando es que los delegados presentes en la capital andaluza no eran libres. Finalmente, el voto 'no' a la gestión contó con el apoyo de 21 de los 956 delegados.