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El futuro del PSPV, en manos de Puig

| 0 comentarios | sábado, 31 de marzo de 2012
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El problema al que se enfrenta la nueva dirección es inmenso
Para el PSPV que, salvo notables excepciones, cuenta las victorias de sus secretarios generales en los congresos por un puñado de votos, la elección de Ximo Puig con el apoyo de más del 60% de los delegados no deja de ser una buena noticia. Que ese respaldo se haya obtenido a través de un pacto entre cabecillas que se guardan una cordial enemistad desde hace lustros indica que el rechazo hacia Jorge Alarte y la ambición por el poder eran mucho mayores que las diferencias que les han enfrentado a lo largo de la historia. Las razones de esa inquina nunca han quedado claras. De los debates públicos mantenidos por los candidatos a lo largo de la campaña previa al congreso no se derivaron nunca diferencias sustanciales que justificaran el voto en contra a la gestión del ex secretario general. Otra cosa son los enfrentamientos personales —que los hay— o las descalificaciones que se hayan producido en el seno de las agrupaciones locales que, en muchos casos, han rozado el insulto, cuando no directamente la falsedad. En cualquier caso, esa es agua que no mueve molino. Jorge Alarte a lo largo de su mandato al frente del PSPV no ha conseguido empatizar con la militancia y tampoco ha logrado construir un discurso político lo suficientemente sólido que superara las carencias emocionales con sus compañeros. Dos motivos que a los delegados del XII Congreso les han parecido suficientes para votar en contra de su gestión, primero, y votar mayoritariamente, después, a Ximo Puig. Alarte y Ángel Luna, durante su etapa de portavoz del grupo parlamentario socialista en las Cortes Valencianas, dejan el inmenso legado de su lucha contra la corrupción, a pesar de todas las trabas que encontraron entre muchos de sus compañeros, algunos de los cuales forman parte de la facción con la que se identifica al actual secretario general de los socialistas valencianos. El ninguneo que de este combate se hizo durante el debate es, sencillamente, miserable. El alcalde de Morella, aunque solo sea por dignidad democrática, tiene la obligación de mantener y ampliar este legado. Puig carga con una enorme responsabilidad sobre sus hombros. El PSPV es un partido desconectado de la sociedad, sin un discurso sólido que ofrecer a los sectores progresistas y visto por los jóvenes como una antigualla cuyo lugar natural sería un museo de ciencias políticas. El problema al que se enfrenta la nueva dirección es inmenso. Y será aún mayor si el nuevo secretario general, como ha ocurrido históricamente con todos sus antecesores, se fijara como urgente el control de la organización cuando lo prioritario debería ser recuperar a la ciudadanía progresista con un proyecto socialdemócrata y moderno. A caballo entre Madrid, Morella y Valencia, Puig no lo va a tener fácil. Necesitará lealtad (la que su facción no tuvo con Alarte cuando este ofreció integración y paz interna a cambio de puestos en las candidaturas de las municipales y las generales), generosidad (la que no han querido tener con el ex secretario general al que se le quiso humillar proponiéndole que siguiera como portavoz en las Cortes Valencianas), inteligencia emocional y capacidad para entender las claves de la sociedad actual. Solo así evitará que germine la idea de que en este congreso nadie gana y es el PSPV el que va perdiendo lentamente. La configuración de la ejecutiva dará una idea de si Puig apuesta por lo urgente frente a lo prioritario. Pensar que la crisis económica y los escándalos van a ser suficientes para derribar a Alberto Fabra sin ofrecer una alternativa favorecerá el crecimiento de Compromís y la consolidación de Esquerra Unida. El desenlace del congreso tiene algunas consecuencias colaterales. La victoria de Puig, firme puntal de Carme Chacón, debilita internamente aún más a Rubalcaba. José Blanco —esta vez sí acertó en Alicante— es uno de los vencedores de este fin de semana. El ex secretario federal del PSOE, decisivo en el papel jugado por Francesc Romeu, demuestra que sigue controlando el aparato socialista pese a estar en un segundo plano y deja claro que su apoyo a Alarte era puramente coyuntural.
Paradojas de la política. El futuro del PSPV está en manos de Ximo Puig, un veterano.
JOSEP TORRENT 31 MAR 2012 - 23:04 CET

El PSPV elige a... Bosnia-Herzegovina

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El potaje está servido. La derrota por la máxima de Jorge Alarte a manos del triunvirato Puig-Pajín-Romeu deja al primer partido de la oposición (valga el lugar común) convertido en algo así como un puzzle diseñado por un chimpancé con una ballesta. Todo indica que el socialismo aborígen ha dado luz verde a unas primarias feroces y feraces a dos años vista. Menudo regalito para Alberto Fabra.
-Jorge Alarte: Si esta vez cumple su compromiso (no lo hizo ante los electores cuando prometió que se marcharía si no mejoraba sustancialmente los resultados de 2007) pasará de ser el diputado número uno del PSPV al diputado número 99 de las Cortes. O sea un jarrón chino como Camps, pero en versión socialdemócrata Si no cumple y, por aquello de la "responsabilidad" y de "no hacerle un regalo a la derecha", se integra en la ejecutiva de Puig y se mantiene como síndico portavoz mantendrá un protagonismo mediático óptimo para su natural ambición de cara a las elecciones de 2015, pero infausto para su credibilidad y para la de su partido. Es lo que tiene jugar fuerte.
.-Ximo Puig: El alcalde de Morella y diputado nacional dejará la galia socialista de Castellón por un trasiego constante entre el Congreso de los Diputados y la cuarta planta de la sede de Blanquerías. Muy bueno para el AVE, pero muy complicado para gestionar la colmena socialista. Él decide si cumple con Leire Pajín y Francesc Romeu y permite que el PSPV se convierta en una gallera, o si pasa el rodillo de su magra victoria orgánica.
-Pajín y Romeu: Son Jóvenes Sobradamente Preparados para coger el testigo de las guerras intestinas que aprendieron de sus mayores. Pero ninguno de los dos goza de reconocimiento social mínimo. Pajín ha sido la ministra menos valorada del Gobierno y Romeu se ha revelado como un auténtico tahúr del Misisipí, que diría Guerra. Es decir, de la primera no se fían los ciudadanos y del segundo no se fían sus conmilitones.
-Manolo Mata: Ya se ha lanzado a la arena de unas 'primarias a la francesa' que divertirán tanto a los medios y al PP como tensionarán (más si cabe) la precaria convivencia interna. Está por ver si el lermismo se la juega y de aquí a 2014 desarrolla un censo de simpatizantes: exactamente lo que proponían Antoni Asunción... y Rafa Blasco, por citar a dos ex socialistas de pro.
-Señor o señora X: El alartismo nunca ha existido como tal, esto no es ningún descubrimiento, así que Ximo Puig puede muy bien intentar 'integrar' como portavoces a Cristina Moreno o Rafa Rubio (por citar dos nombres que han estado en las quinielas) para cohesionar Valencia ciudad en torno a su candidato a la ciudad (¿Calabuig?). Pero no lo hará porque ni se va a arriesgar a que ambos decidan también jugar al liderazgo en unas primarias tumultuosas ni ese desprendimiento forma parte de la dinámica de ocupación del poder propia del ADN lermista.
En fin, que en Compromís, en EU y en el PP se frotan las manos. "Del PSPV comeremos todos", vaticinó el próximo cartel de EU.
P.D: Vayan por detrás: mi enhorabuena al bueno de Ximo Puig; mi solidaridad sincera para con Jorge Alarte; y mi absoluto sonrojo ante un partido que vota en contra de su propia gestión y aplaude el resultado de esa votación.
P.D.2: Compañeros periodistas, tranquilidad y paciencia o nos volveremos locos a la hora de decidir, por aquello de la pluralidad, a quién sacamos como cabeza visible del PSPV.
Mariano Gasparet

El reflejo amable de Lerma

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Ximo Puig logra dirigir el socialismo valenciano cuatro años después
Diputado nacional, no podrá hacer oposición a Fabra en las Cortes
El nuevo líder socialista dejará la alcaldía de Morella
Ximo Puig (Morella, 1959) es desde este sábado el líder de la segunda federación más numerosa del PSOE. Este veterano político, periodista de profesión como su mujer, con quien comparte dos hijos, llega al liderazgo del PSPV cuando menos lo esperaba y aupado por una militancia harta de derrotas electorales. En política desde los primeros compases de la democracia, Puig tuvo su primer cargo importante como subsecretario y director del gabinete de Presidencia de la Generalitat a las órdenes de Joan Lerma, en 1983. Lerma ha sido desde entonces su principal referente político. Desde las tramoyas de Presidencia, Puig aprendió dos cosas. Por un lado, a construir una Administración de nuevo cuño y a modernizar un territorio con señas de identidad propias pero fuertemente desestructurado. Por otro, aprendió a sobrevivir a las luchas cainitas del socialismo valenciano, siempre envuelto en guerras tribales. Una característica de la que el PSPV siempre ha hecho exhibición, tanto en el gobierno como en la oposición. Puig tanteó, por primera vez, sus posibilidades de acceder a la secretaría general del PSPV hace 12 años en un congreso celebrado en el mismo lugar donde este sábado resultó elegido. Entonces, también con una militancia convulsionada, Puig renunció a sumarse a una ensalada de candidatos a la secretaría general (cinco) y a presentarse como solución para deshacer el equilibrio entre José Luis Ábalos y Joan Ignasi Pla, que finalmente ganó el segundo por muy poco. Refugiado desde hace casi tres lustros en la alcaldía de Morella, un precioso municipio de montaña del interior de Castellón en el que habitan unas 3.000 almas, Ximo Puig ha demostrado ser un corredor de fondo. Y, sobre todo, muy paciente. Cuando las encuestas auguraban en 1995 la pérdida de poder del PSPV en la Generalitat y en las capitales y diputaciones, Puig optó por reclamar el apoyo de los morellanos para dirigir el Ayuntamiento y lo logró con mayoría absoluta. Cargo que ha revalidado ininterrumpidamente desde entonces y que ha compatibilizado siempre con otro puesto de mayor relevancia, bien en la Diputación de Castellón, bien en las Cortes, bien en el Congreso de los Diputados. De trato amable, valencianista y buen conocedor de los entresijos del PSPV, Ximo Puig ha evolucionado políticamente sin abandonar nunca la referencia de Joan Lerma, con quien sigue consultando casi a diario. Hace cuatro años intentó, ya formalmente, postularse como secretario general en un congreso en el que también tenía aspiraciones Jorge Alarte, que se hizo con la victoria. Entonces, perdió en la recta final y recurrió, como siempre, a su mejor arma: la paciencia. Los malos resultados electorales cosechados desde el congreso de 2008 acabaron por ofrecer a Puig otra oportunidad. El año pasado, en vísperas de las autonómicas y municipales, se presentó ante el secretario general del PSPV como el apoyo necesario para remontar la situación. Alarte aceptó y permitió que los partidarios de Puig, que encabezó la candidatura al Congreso por Castellón, mejorasen su representación institucional. Alarte creyó que el acuerdo le permitiría integrar a los críticos y lo que hizo fue visualizar una alternativa capaz de aglutinar el malestar existente. Puig, que ya ha anunciado que dejará la alcaldía de Morella para dedicarse al PSPV, tiene a favor su carácter conciliador y la capacidad de dar juego. Con escaño en Madrid, no podrá hacer la oposición al presidente de la Generalitat, el popular Alberto Fabra, en las Cortes Valencianas. Pero tampoco está claro que vaya a postularse como candidato en las próximas elecciones autonómicas. De lo que no cabe duda es de que tiene mucha paciencia.
Joaquín Ferrandis

PUIG SECRETARIO GENERAL

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MATA ESPERA UN "ESFUERZO INTEGRADOR" DE PUIG

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El exdiputado autonómico Manolo Mata considera que el nuevo secretario general de la formación, Ximo Puig, tiene "toda la legitimidad para elaborar la ejecutiva" que considere, "porque se la ha ganado". No obstante, ha resaltado que el nuevo líder de los socialistas valencianos "tendrá que hacer un esfuerzo" integrador. En cuanto al resultado de la votación, ha manifestado que tenía una "intuición" acerca de la elección de Puig tras las primeras decisiones adoptadas por los delegados durante la jornada inaugural del cónclave socialista, que dio comienzo el viernes por la tarde en Alicante.

ROMEU ESPERA UN PAPEL IMPORTANTE

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El socialista Francesc Romeu, que dio su apoyo a Joaquim Puig, ha expresado hoy su confianza en tener un "papel importante" en la nueva ejecutiva de los socialistas valencianos. A lo largo de las próximas horas habrá que configurar "los equipos, las estrategias, los mensajes y los discursos claros y contundentes", dijo Ha rehuido de "hablar de nombres por nombres" y ha dicho que lo importante en cuanto a la composición del comité ejecutivo nacional es que sea plural y con "perfiles de solvencia", ya que "hay un gran trabajo por hacer por la situación económica, social, política y moral muy complicada" a la que, a su juicio, "ha llevado el PP". Ha indicado que a partir de ahora habrá que "estar 24 horas en la calle" y ha pedido "cambiar despachos por acción" directa con los ciudadanos, lejos de "discursos artificiales". Además, se ha felicitado de haber estado "en primera persona en la resolución" de la elección de Puig como secretario general y en el futuro diseño de los equipos, y ha subrayado que trabajará para que "la sociedad valenciana vuelva a identificar al PSPV-PSOE con el referente de la izquierda".

Alarte, tras su derrota: ´Soy un militante disciplinado´

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El ya exsecretario general del PSPV-PSOE Jorge Alarte ha manifestado que, una vez que los delegados han elegido otro líder en el duodécimo congreso, ahora "lo que toca" es "generar tranquilidad y estabilidad en el seno" del partido. En declaraciones a los periodistas minutos después de conocerse los resultados de la votación, que han dado la Secretaría General del PSPV-PSOE a Joaquim Puig con un respaldo del 61,14 por ciento, Alarte ha señalado que se encuentra "bien", aunque "no alegre". Tras abandonar el plenario del Paraninfo de la Universidad de Alicante, donde se ha proclamado a Puig, Alarte se ha reunido durante varios minutos en un aula con más de un centenar de delegados próximos a su sensibilidad, a los que ha agradecido su respaldo y a los que ha dicho que ha dado "la cara" en el cónclave. "Estoy sereno y seguiré al pie de mis responsabilidades, que es lo que toca en estos momentos: Generar tranquilidad y estabilidad en el seno del PSPV", ha indicado. Alarte ha preferido no entrar a valorar más en profundidad el resultado del congreso, ni tampoco su futuro papel dentro del partido hasta reunirse con Puig. "Por una cuestión de cortesía no anunciaré yo absolutamente nada sobre mi disposición personal, sin escuchar antes al secretario general", ha reiterado antes de aclarar que, una vez que se produzca ese encuentro, comunicará "en qué situación" se queda y cuál será la citada disponibilidad. En todo caso, ha reafirmado que es "un militante disciplinado" del PSPV y uno de los diputados del grupo socialista, y que está "a disposición de la dirección del PSOE, como siempre". Preguntado por si se siente decepcionado por el escaso apoyo que ha recibido, del 34,09 por ciento, lo ha rechazado porque "los que han votado son los compañeros del partido, que tienen todo el derecho a votar y a tomar sus decisiones". Acerca de su persistencia a seguir aspirando a la Secretaría General pese a que se preveía una mayoría en torno a Puig, Alarte ha comentado que "la peor batalla en términos de disputa democrática es la que no se da". "Ahora hay un secretario general, a quien estoy a su total disposición como militante disciplinado", ha repetido.

Puig tumba a Alarte y ya es el nuevo secretario general del PSPV

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Jorge Alarte pierde la secretaría general por 321 votos a 179, habiendo recabado sólo 35% de los votos
En sus primeras palabras el alcalde de Morella ha dicho que "no es parar a la derecha. Es ganar a la derecha"
Ximo Puig es el nuevo secretario general del PSPV. Así lo han decidido los 321 delegados que esta mañana han dado su apoyo frente a los 179 que han apoyado al que hasta ahora ocupaba el cargo, el exalcalde de Alaquàs, Jorge Alarte. 142 votos de diferencia, casi siete veces la escasa diferencia que les separó cuando se enfrentaron en 2008 por liderar el partido.
Así, el diputado socialista en el Congreso y alcalde de Morella, Ximo Puig, se ha convertido este sábado, poco antes de las 15.00 horas, en el sexto secretario general del PSPV con el apoyo del 61,14% de los votos. Alarte, por su parte, sólo consiguió recabar el 34,09%. 24 delegados votaron en blanco (5,47%) y hubo un voto nulo
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Tras su elección como secretario general, Puig se dirigió a los delegados después de abrazarse con su contrincante ante la atenta mirada del hemiciclo. También ha recibido muestras de cariño de numerosos delegados, entre ellos la exministra de Sanidad Leire Pajín, el también exsecretario general de los socialistas valencianos Joan Ignaci Pla y de dirigentes locales y comarcales de las tres provincias de la Comunitat, así como de alcaldes y concejales. En su primera intervención como secretario general del PSPV-PSOE, Puig ha asegurado que este partido inicia "una nueva etapa" que, sin embargo, "no arranca desde cero". "Somos un gran partido, de grandes raíces, que reivindica lo que ha hecho" por el progreso de la sociedad y que quiere "reorientar el futuro de la Comunitat Valenciana", ha manifestado.
Tras situar al PSPV-PSOE como un partido de "izquierda, progresista y abierto a la sociedad", Puig ha aseverado que esta formación política debe ser un instrumento "para el cambio, para la transformación social" y se ha propuesto "reconstruir" el partido "contando con todos", con el objetivo de ofrecer un proyecto sólido y una alternativa de izquierdas en la Comunitat Valenciana
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En su alocución, interrumpida en más de una ocasión por los aplausos de las delegadas y delegados, ha agradecido tanto al resto de aspirantes al cargo de secretario general -Francesc Romeu, Manuel Mata y Jorge Alarte- como a los integrantes de las comisiones de ponencias su trabajo y voluntad por querer mejorar el partido. "Soy el primero y el último militante, ni soy más ni soy menos, pues esta victoria es del PSPV-PSOE, del conjunto del partido", ha subrayado.
A su juicio, este cónclave socialista pone fin a un proceso cuyo objetivo, según ha dicho, "no es parar a la derecha. Es ganar a la derecha". "Os convoco a la esperanza, al combate y a la lucha", ha exclamado Puig en su petición de definir un futuro mejor para el conjunto de la sociedad.
En sus 34 años de vida, el PSPV-PSOE ha contado con cinco secretarios generales -Joan Pastor, Joan Lerma, Joan Romero, Joan Ignasi Pla y Jorge Alarte-, lo que convierte a Puig en el sexto.
"PROPORCIONALIDAD" EN LA EJECUTIVA
Puig ha señalado este sábado que la "proporcionalidad" estará asegurada en su dirección "para que estén representadas todas las voces". Asimismo, ha destacado que su Ejecutiva "hablará, sobre todo, en términos económicos y sociales". Además ha destacado que intentará que "haya una representación del partido y que sea una dirección pensada en la sociedad valenciana".
Preguntado por si la Ejecutiva responderá a la proporcionalidad de voto expresada en este Congreso Nacional, Puig ha señalado que es "una cosa razonable". "El Comité Nacional es el parlamento del partido" por lo que considera que en su seno "hay que garantizar la proporcionalidad para que están bien representadas todas las voces".
En su opinión, "el Comité Nacional será de verdad un órgano deliberativo en el que tengamos la opinión de todos". Respecto a la Ejecutiva, ha indicado: "es evidente que tiene un componente más de acción", y ha dicho que le gustaría "contar con una presencia clara de lo que es el partido". Además, ha comentado que en la Ejecutiva creará un área económica "potente", otra social, una institucional y una última de participación democrática
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LEVANTE-EMV.COM, VALENCIA

Ximo Puig, nuevo secretario general de los socialistas valencianos

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El alcalde de Morella, con un 65%, logra el apoyo de todos los sectores enfrentados a Alarte
El derrotado líder socialista mantuvo su candidatura pese a ver rechazada su gestión el viernes
El alcalde de Morella y diputado nacional, Ximo Puig, es el nuevo secretario general de los socialistas valencianos. Los delegados que asisten al 12º congreso del PSPV han apoyado la candidatura de Puig con el 61% de los votos (321 de los 525 compromisarios). El alcalde de Morella ha logrado el apoyo de todas las familias que estaban descontentas con Jorge Alarte, que hasta hoy lideraba el PSPV. Alarte, solo ha logrado el 34% de los apoyos de los delegados (179 votos), lo que significa que no ha podido arañarle votos a Puig. Ni de los seguidores de la ex ministra de Sanidad Leire Pajín, ni del exdiputado Francesc Romeu -que antes del congreso ya había sellado una alianza con el alcalde de Morella- y, aparentemente, tampoco de los delegados que apoyaban a Manuel Mata de Izquierda Socialista. Los delegados han tenido que pronunciarse esta mañana por revalidar el liderazgo de Alarte o apostar por Puig, que en el congreso de 2008 perdió por poco más de 20 votos en un duelo idéntico. Solo ellos dos luchaban por la secretaría general del PSPV-PSOE en el 12º congreso que se celebra desde ayer en Alicante, después de que los otros dos aspirantes, Francesc Romeu y Manuel Mata, no lograran, al término del plazo establecido para ello -las dos de la pasada madrugada- los avales necesarios para concurrir finalmente a la elección del nuevo líder del partido. Una vez que el congreso tumbó –anoche- el informe de gestión de Alarte, los socialistas valencianos han profundizado en su división interna. Pese a ver rechazada su gestión, el hasta hoy secretario general insistió en dar la batalla. El secretario general y aspirante a la reelección afirma que "no ha sido posible un pacto por el socialismo" Descartados Romeu y Mata, Puig y Alarte se han dirigido a primera hora de la mañana a los socialistas reunidos en la Universidad de Alicante. El orden de las intervenciones se ha decidido por sorteo. Ha abierto la sesión Puig, quien ha entrado en el salón de actos entre los aplausos de los suyos. "El socialismo es optimismo por definición", ha comenzado, y ha citado a Pablo Iglesias y a Ramón Rubial. Ha mencionado después a Felipe González (con él se redujo la jornada laboral), y ha hablado de las conquistas de los socialistas como la sanidad pública, la educación gratuita, etc. "No somos un club de fans sino un partido de izquierdas consciente", ha explicado Ximo Puig, que ha recordado a fallecidos como Antonio Godoy, Antonio Moreno y Loli Huesca y ha elogiado a los jóvenes que protestaron por las calles de Valencia en “un ejemplo de rebeldía”. Puig se ha referido a la lucha contra la corrupción, que "está en el ADN de los socialistas" y que no es patrimonio de nadie. Tras hablar de Asturias y Andalucía, ha asegurado: "Aquí no vamos a parara a la derecha, aquí vamos a ganar a la derecha". El candidato ha propuesto una alternativa socialdemócrata, valencianista, europeísta y feminista. Se ha referido a la deteriorada imagen de la Comunidad Valencia y ha dicho: "Los corruptos son los de la derecha, no el pueblo valenciano". El alcalde de Morella ha sido el primero en dirigirse a los compromisarios socialistas Puig no ha eludido el cuerpo a cuerpo y tras apelar a la unidad y a la democracia interna, ha lanzado una puya a Alarte, sin citarlo, por oponerse en el congreso del PSOE a la elección por los militantes del secretario general: "No se puede decir una cosa aquí y otra en Sevilla". Pero acto seguido , tras asegurar que "Rajoy quiere borrar a la Comunidad Valenciana y es hora de que Rubalcaba la ponga en el mapa" ha hecho un guiño a Mata, Romeu y Alarte, que ha calificado de "activos fundamentales del partido". Jorge Alarte ha subido al estrado a continuación y ha reconocido que "no ha sido posible un pacto por el socialismo". Y ha sorprendido a los delegados con un discurso formalmente suave pero muy duro en el choque con la cultura política interna de la que procede Ximo Puig. Tras afirmar que que hay que superar el síndrome de la derrota de 1995, ha elogiado el periodo de Lerma, pero ha advertido de las opciones que "solo sirven para construir alternativas internas de poder". Y ha pedido respaldo para el trabajo del grupo parlamentario que encabeza en las Corte y ha reivindicado a los "nuevos alcaldes”, como los de Vila-real, Mislata, Alcoi, etc. El todavía secretario general del PSPV ha defendido que hay que sintonizar con el PSOE de Rubalcaba, sin matices. Y ha afirmado que se alegra de que Puig diga que la lucha contra la corrupción está en el ADN del partido, pero ha añadido: "Algunos han criticado que luchemos tanto contra la corrupción". Y ha advertido del peligro de división de los socialistas valencianos. "Este congreso 11-bis no es un mensaje coherente para los valencianos", ha advertido Alarte tras reivindicar que, aunque perdieron las elecciones, el diagnóstico "es cierto". Alarte ha insistido en el "programa compartido" por todos y en marcar las diferencias de análisis y de actitud con Ximo Puig. Ha dejado caer que no se puede estar 30 años con lo mismo –una puya directa a su rival, encuadrado en el lermismo desde los años ochenta- y ha recordado que él procede del movimiento estudiantil. Tras asegurar que su objetivo sigue siendo ganar las elecciones, no "estar en un cargo", Alarte se ha dirigido a los delegados de Mata y Romeu. "Desde la conciencia de haberlo intentado", se ha manifestado a favor de una sola componenda: el futuro del socialismo valenciano".
Adolf Beltran

Ximo Puig afirma que debe continuar la batalla del PSPV contra la corrupción

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Joaquim Puig ha prometido a los suyos continuar con la batalla contra la corrupción porque "forma parte del ADN del PSPV". Este ha sido el primer mensaje de Puig a los delegados que deben decidir si se sitúa este sábado al frente del partido. Tras ser recibido entre aplausos minutos después de las 10.00 horas y tras haber obtenido el apoyo de un 30% de los delegados, Ximo Puig ha remarcado que la lucha contra los coruptos "no es una cuestión de izquierda o derecha sino de decentes e indecentes". El diputado nacional y alcalde de Morella, Ximo Puig, ha sido el primero de los candidatos a liderar el partido que ha intervenido este sábado ante los delegados del XII congreso de los socialistas valencianos. Tras él lo hará el actual secretario general, Jorge Alarte, antes de que los 526 delegados voten cuál será su nuevo líder. "Todos hemos estado antes en esta lucha", ha continuado Puig haciendo referencia a la patrimonialización que ha hecho Jorge Alarte de este tema, citando ejemplos como el del fallecido Antonio Moreno en el caso Ivex y el trabajo de otros socialistas como Francesc Signes o Andrés Perelló. "Hacer frente a la corrupción forma parte del activo del partido", ha insistido el alcalde de Morella, quien ha recordado que cuando el ex presidente del Consell Joan Lerma detectó un caso de corrupción, en referencia al actual síndic popular en las Cortes, Rafael Blasco, "lo expulsó".
M. Hernández | H. Sanjuan | I. Pérez | H. Fernández | Alicante

Manuel Mata anuncia que será aspirante en las primarias de 2014

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El acuerdo entre Puig y Romeu dio alas a Manuel Mata, convertido de facto en el tercero en discordia. El abogado, dirigente de Izquierda Socialista, sabe que su discurso ha conectado mucho más con los militantes que con los delegados. Con una fuerza insuficiente en avales para llegar a la votación final, Mata, sin embargo, vio un rayo de esperanza en la alianza entre el alcalde de Morella y Romeu. Le dejaba un espacio para atribuirse en exclusiva la bandera del cambio político en el PSPV. Y esa vía es la que el dirigente de Izquierda Socialista exploraba para alcanzar los 106 avales necesarios entre sus propios afines, descontentos del pacto entre Puig y Romeu y algunos, incluso, del bando de Jorge Alarte. El objetivo de Mata, sabedor de su popularidad entre los afiliados, es desplegar su potente discurso y tomar posición de cara a lo que ya muchos dirigentes apuntaban anoche como la segunda vuelta del congreso que se celebra este fin de semana en la Universidad de Alicante: las primarias de 2014 para elegir al candidato a la presidencia de la Generalitat un año más tarde. «Ya anunció que seré candidato en ese proceso», apuntó antes, incluso, de comenzar el cónclave socialista.
F. ARABÍ / P. ROSTOLL, ALICANTE

Alarte resiste y batallará con Ximo Puig

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El actual líder del PSPV y Ximo Puig son los únicos que logran los avales para ser candidatos a secretario general
El congreso rechaza con un 57,5% la gestión del exalcalde de Alaquàs - El apoyo de Romeu a Puig, clave en la votació
El tiempo de Jorge Alarte al frente del PSPV parece haber llegado a su fin y todo indica que será Ximo Puig el que comandará la nave socialista valenciana los próximos cuatro años. Hoy se celebrará, en el transcurso del XII Congreso Nacional del PSPV, la votación de los 552 delegados para elegir al próximo secretario general de los socialistas valencianos. Por un lado Alarte, que perdió estrepitosamente la votación a su gestión (279 votos en contra por 158 a favor) y por otro Puig, que reedita con Romeu el pacto de 2008. Mata no logró los avales suficientes para entrar en liza y anuncia que se presentará a las primarias de 2014. El cruento combate entre las familias socialistas comenzó con la composición de la mesa del Congreso donde la alianza Puig-Romeu empezaba a tomar cuerpo dando la primera ventaja al alcalde de Morella. La mesa quedó constituída por dos afines al diputado nacional Ximo Puig; (Mariola Fluviá, cercana a la exministra Leire Pajin y Yolanda Porcar), uno— Ferran Verdú—partidario de que el actual secretario general del partido revalide el cargo; otro— Voro Soler—que apostaba por el exdiputado autonómico Manolo Mata; y finalmente Marta Trenzano, apoyo fundamental de Francesc Romeu en su campaña a la secretaría general. El segundo y más significativo asalto fue la esperada votación al informe de gestión de la Comisión Ejecutiva que lidera Alarte. El varapalo fue de órdago. El 57,5% de los delegados votaron en contra—279 votos— y sólo 158 votos—el 30,6%— dio el sí a la labor del actual secretario general. Es la primera vez en la historia que se tumba la gestión de un líder del PSPV. Era la segunda estocada a Alarte que se resistía abandonar. La responsabilidad, "quizás es más mía" Durante su discurso, enfatizó a los delegados que "los procesos políticos requieren de tiempo" y reclacó la idea de que también hace falta un tiempo para conseguir el "cambio de la opinión pública" valenciana, y que "no hay que ir cambiando de aquí para allá". En todo caso, pidió "respeto para unos y para otros", y aseguró que se hará lo que los delegados decidan "porque la democracia siempre está bien". Alarte hizó un breve repaso a la gestión de la dirección socialista y señaló que "la tarea es de todos", así como la responsabilidad de la situación del partido, aunque matizó: "quizás es más mía".
Sólo Alarte y Puig
Bien entrada la madruaga, pasadas las 2,30, se conocían quienes serían finalmente los candidatos a la secretaría general del PSPV. Jorge Alarte y Ximo Puig fueron los únicos que lograron superar el 20% de avales necesarios . Puig logró 158 apoyos de los delegados, lo que supone el 30%, mientras que Alarte sumó 146, el 27,8%. De este modo, tanto Francesc Romeu—aliado de Puig—, como Manolo Mata quedan fuera del proceso. Fuentes cercanas a Romeu señalaron que han sumado 92 avales, muy cerca del mínimo de 105 exigidos, mientras que Mata habría logrado un menor número. Tras conocer los resultados, Manolo Mata ha escrito en Twitter: "No ha sido posible. Gracias a los que habéis trabajado. Seguimos luchando". Asimismo, Esperanza Socialista -plataforma que apoya su proyecto- señala en la red social: "amigos y amigas, ha sido un camino muy bonito pero muy difícil. No vamos adelante. Esperemos que el partido elija lo mejor para tod@s".
LEVANTE-EMV.COM, VALENCIA

Alarte y Puig, candidatos a liderar el PSPV al sumar los avales necesarios

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El diputado nacional y alcalde de Morella (Castellón), Joaquim Puig, y el actual secretario general del PSPV-PSOE, Jorge Alarte, fueron proclamados anoche candidatos para liderar el partido, al lograr sumar los avales necesarios de los delegados que participan en el duodécimo congreso autonómico. Puig ha recabado 158 apoyos de los delegados, lo que supone el 30%, mientras que Alarte ha sumado 146, el 27,8%, según ha informado a las 2.45 horas el comité electoral de los socialistas valencianos. De esta manera, los otros dos aspirantes, Francesc Romeu y Manuel Mata, no han conseguido el apoyo de, al menos, el 20% de los delegados, requisito mínimo e indispensable para haber sido también proclamados candidatos. Fuentes cercanas a Romeu han señalado que han sumado 92 avales, muy cerca del mínimo de 105 exigidos, mientras que Mata habría logrado un menor número. El duodécimo congreso del PSPV-PSOE se reanudará hoy sábado a partir de las 10 horas, cuando habrá un sorteo que determinará el orden de intervenciones de los dos candidatos ante el plenario, y a continuación ambos tomarán la palabra durante un máximo de 45 minutos. Tras esto, los 525 delegados con derecho a voto procederán a la votación individual en cuatro cabinas para que, según la organización, hacia las 14 horas se sepa quien será el secretario general del PSPV-PSOE durante los próximos años. EFE | ALICANTE

Comienza el Congreso con cuatro aspirantes

| 0 comentarios | viernes, 30 de marzo de 2012
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Jorge Alarte diu que tots els afiliats són responsables del que s'ha fet al PSPV

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La primera votació a la gestió del secretari general està prevista per a altes hores de la matinada L'informe de gestió ha originat més de 50 intervencions dels delegats
Els socialistes valencians han iniciat una nova etapa amb la inauguració del XIIé congrés en què els 555 delegats han de decidir qui serà el futur secretari general d'una formació que no guanya uns comicis des de 1991. L'actual líder del PSV-PSOE, Jorge Alarte, i l'alcalde de Morella, XimoPuig sembla que es disputaran definitivament el càrrec, en aconseguir els avals suficients —20%— dels assistents al conclave tot i que s'ha deixat fins les quatre de la matinada per poder rebre les candidatures a ocupar la secretaria general del PSPV-PSOE en aquest nou període. Això no obstant, en les hores prèvies a l'obertura de la cita, que se celebra al Paranimf de la Universitat d'Alacant, el sector del mandatari de la capital de Els Ports es mostrava més optimista i entusiasmat. Fonts del congrés apuntaven que Romeu hauria arribat ja a un acord perquè els seus afins voten la seua candidatura. L'elecció de Marta Trenzano com a presidenta de la mesa del congrés no ha estat casual. La regidora d'Algemesí és una de les dones que avala a Romeu. D'aquest manera es repeteix així la mateixa situació de fa quatre anys . Llavors Puig va prometre a Romeu que encapçalaria la candidatura del partit en les passades eleccions autonòmiques de maig de 2011 barata el seu suport. Finalment Alarte va guanyar la partida per vint vots i Romeu es va quedar sense opcions. Però el panorama d'ara és completament diferent. Alarte arriba al congrés afeblit per la major derrota que ha patit el PSPV-PSOE —no va arribar ni al 30% del vots en les eleccions generals del 20-N— i per una gestió interna personalíssima amb la qual ha projectat una imatge d'extrem control. Aquest control s'ha traduït amb la votació de l'informe de gestió, que no es produirà fins ben entrada la matinada i que malgrat el resultat, el líder socialista ha subratllar durant la seua exposició que havia estat una gestió compartida. “Els responsables de l'actual situació som tots des que es va tancar l'11é congrés”, ha expressat. “Durant aquest quatre anys —ha afegir— hem fet oposició i hem presentat un projecte alternatiu que s'ha plasmat en un programa unànime a què tot el partit va dir que sí i que 700.000 valencians van votar”, ha reblat Alarte. El Congrés escolta actualment les més de 50 intervencions que han estat sol·licitades per a fer la crítica a la gestió de l'actual secretari general i no s'espera una votació fins les dues de la matinada.
T.Rodríguez / E.Castellano

Intervención de Manolo Mata en el Congreso de Alicante

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Alarte defiende su gestión y dice que ha sido compartida con quienes le critican

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El secretario general del PSPV asegura que la corrupción es el talón de Aquiles del PP
El aspirante a la relección defiende que en el futuro se elija el cargo en primarias
El secretario general del PSPV, Jorge Alarte, ha defendido esta tarde su gestión en la apertura del 12º congreso de los socialistas valencianos que se ha iniciado en la Universidad de Sant Vicent del Raspeig en Alicante. En referencia a quienes le critican, Alarte ha recordado que su gestión ha sido compartida con los principales referentes del partido.
Alarte, que se enfrenta a la amenaza de un voto de castigo por parte de los delegados que apoyan a los otros tres aspirantes a la secretaría general (el alcalde de Morella, Ximo Puig; Manuel Mata, de Izquierda Socialista, y el exdiputado Francesc Romeu), ha insistido en hablar de “nuestra gestión, porque es de todos”.
Durante su discurso ante los 525 delegados, el secretario general ha defendido la lucha contra la corrupción “porque ese es el talón de Aquiles del PP”. “No cogemos sobres con dinero, y eso nos da autonomía para no tener ni Gürtel ni Bigotes”, ha dicho el dirigente socialista, que ha manifestado comprender la frustración de la militancia por las derrotas electorales y por una estructura provincial en el PSPV que ha alejado a los militantes del partido.
Alarte ha explicado que si dimitió Francisco Camps de presidente de la Generalitat fue porque los socialistas valencianos no dejaron de denunciarlo. En su discurso, el secretario general ha asegurado que si se celebrasen elecciones a Cortes Valencianas mañana el PP perdería la mayoría absoluta. “Y eso, también es vuestra gestión”, les ha dicho a los delegados, a los que ha recordado que su estrategia contó con el aval del Comité Nacional del PSPV, máximo órgano entre congresos, y que las páginas escritas desde su elección han sido todas “páginas de dignidad”.
Además de recordar que su posición en políticas hídricas ha llevado al PP a abandonar su discurso del agua y a evidenciar que el PSPV tiene alternativas en materia económica, Jorge Alarte ha hecho un guiño a los delegados y a la ciudadanía al asegurar que defenderá que en el futuro el cargo de secretario general de los socialistas valencianos se elija mediante un proceso de primarias abierto, al estilo francés.
Previamente, la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, ha sido la encargada de representar a la Ejecutiva del PSOE en la inauguración del congreso, después de que el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, prefiriese a última hora acudir el domingo a la clausura en vez de abrir hoy el cónclave de los socialistas valencianos.
Durante su intervención, Valenciano ha hecho un llamamiento a los delegados para que el congreso sea “nuevo y distinto” porque el PSPV es un partido importante para la gente. La número dos del PSOE ha citado al secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, para pedir que los dirigentes y delegados valencianos no hagan nada dentro que no puedan explicar fuera. La dirigente socialista ha admitido que “desde Madrid se podría haber hecho más” por el PSPV y ha prometido que el País Valenciano estará "como prioridad".
En su discurso, la dirigente del PSOE ha arremetido también contra la reforma laboral y ha pedido a Mariano Rajoy que se siente a negociarla. Además, ha criticado los Presupuestos Generales del PP, que ha calificado de malos para la crisis y "antisociales". “No solo no van a combatir el fraude fiscal, van a perdonar el fraude fiscal", ha asegurado Valenciano. “Toda la UE está bajo la crisis", ha añadido Valenciano, "pero aquí el Gobierno de la derecha adopta medidas recesivas en plena recesión".
El 12º congreso nacional del PSPV se ha constituido esta tarde con retraso por los problemas para consensuar la mesa que dirigirá los debates. La Mesa del congreso, integrada por cinco personas, se ha constituido finalmente tras alcanzarse un acuerdo entre los cuatro precandidatos a la secretaría general.
El secretario general del PSPV, Jorge Alarte, ha colocado en la Mesa al secretario de actas Ferran Verdú. El alcalde de Morella, Ximo Puig, cuenta con dos partidarios en este órgano, la vicepresidenta Mariola Fluvià, próxima a la exministra Leire Pajín, y Yolanda Porcar. Manuel Mata, de Izquierda Socialista, ha colocado a Boro Soler también como secretario de actas. Por último, el exdiputado Francesc Romeu ha situado a la presidenta de la Mesa, Marta Trenzano.
Adolf Beltran / Joaquín Ferrandis Alicante / Valencia

Los aspirantes, «tranquilos, ilusionados y optimistas»

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Los 555 delegados del PSPV ya se están acreditando en las mesas habilitadas para ello en el Paraninfo de la Universidad de Alicante
Los 555 delegados, de los que 526 tienen derecho a voto, del PSPV ya se están acreditando en las mesas habilitadas para ello en el Paraninfo de la Universidad de Alicante, donde este fin de semana los socialistas valencianos celebran su XII Congreso Nacional y elegirán a su nuevo secretario general.
No obstante, para agilizar este proceso, durante varios días, se ha dado la posibilidad a los delegados para acreditarse en la sede del PSPV de la calle Blanquerías de Valencia, de modo que algunos no tienen que hacer cola en las cinco mesas que la organización ha dispuesto en la universidad alicantina, según han explicado fuentes socialistas.
A continuación, se celebrará la inauguración del XII Congreso Nacional, en la que intervendrá la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano. Para esta noche también está prevista la presentación del informe de gestión, la votación de la gestión de los órganos nacionales, la constitución de las comisiones y la proclamación de los candidatos a la Secretaría General del PSPV.
Mientras, los cuatro aspirantes a la Secretaría General del PSPV -Jorge Alarte, Ximo Puig, Manolo Mata y Francesc Romeu- se encuentran tranquilos, ilusionados y optimistas.
El secretario general del PSPV y candidato a la reelección, Jorge Alarte, se encuentra "tranquilo, optimista, confiado" y deseando que de este congreso el partido salga "más fortalecido, más unido y más cohesionado", según han explicado fuentes de su entorno.
Alarte está confiado en que "finalmente se pueda llegar a una salida" que permita "lanzar a la ciudadanía un mensaje de que los socialistas han decidido dar una imagen diferente" a la de los últimos años. En este sentido, el actual secretario general cree que en 2015 hay "una oportunidad real".
Asimismo, el diputado nacional y alcalde de Morella, Ximo Puig, está "muy ilusionado y con muchas ganas de provocar el cambio", han destacado fuentes de su equipo, quienes han añadido que Puig tiene la "sensación" de que "ahora sí" ya que está recibiendo "muestras de apoyo en todos los sitios".
Por su parte, Manolo Mata ha asegurado que está "tranquilísimo", "ilusionado" y "notando sobre los hombros la responsabilidad que tenemos todos". "Si el congreso nos sale mal, defraudaremos a mucha gente", ha señalado al respecto.
El director corporativo de Renfe, Francesc Romeu, por su parte, está "muy tranquilo, muy ilusionado y muy convencido de participar en un congreso" que, a su juicio, "debe ser histórico". Romeu, según han explicado fuentes de su entorno, cree que el actual momento brinda la oportunidad de "devolver el color rojo" al PSPV
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Respecto a si Romeu podría repetir lo que hizo en 2008 de apoyar a Ximo Puig si no logra los avales necesarios, las mismas fuentes han destacado que en esta ocasión ha habido más tiempo para crear "una candidatura más fuerte" y han indicado que "hasta que los delegados no muestren su voluntad, es muy difícil prever nada".
E.P.| ALICANTE |

Romeu se acerca a Puig y ya negocian la mesa del Congreso

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Los delegados esperan la decisión del secretario general, Jorge Alarte, que aún tiene margen para decidir si se presenta contra Puig como en 2008 o pacta antes del inicio
Cuatro años después, casi todo el mundo da por hecho que Ximo Puig y Francesc Romeu reeditarán su pacto de 2008 y llegarán juntos a la recta final del XII Congreso Nacional del PSPV que ya ha empezado en Alicante y del que saldrá el nuevo secretario general. Nuevo o viejo. Todas las miradas se centran ahora en la decisión que tomará Jorge Alarte, actual líder socialista y ganador del último enfrentamiento con el alcalde de Morella. Abocado a vivir cómo la gran mayoría de los delegados votan en contra de su gestión como primer punto del Congreso, tendrá que decidir en las próximas horas si vuelve a enfrentarse con Ximo Puig como le ha prometido a sus afines por el liderazgo del partido o si finalmente acepta las presiones de Ferraz y contribuye a una candidatura de consenso. A su llegada al Paraninfo de la Universidad de Alicante, los cuatro aspirantes (Manolo Mata parece esperar aún su momento de decantarse) se ha manifestado tranquilos, ilusionados y optimistas, cual estrella de Hollywood a la espera del Oscar. Alarte, "tranquilo, optimista, confiado", espera que "finalmente se pueda llegar a una salida" que permita "lanzar a la ciudadanía un mensaje de que los socialistas han decidido dar una imagen diferente" a la de los últimos años. Puig, por su parte, está "muy ilusionado y con muchas ganas de provocar el cambio", han destacado fuentes de su equipo, quienes han añadido que Puig tiene la "sensación" de que "ahora sí" ya que está recibiendo "muestras de apoyo en todos los sitios". En la misma línea se manifiestan los otros dos candidatos. Manolo Mata ha asegurado que está "tranquilísimo", "ilusionado" y "notando sobre los hombros la responsabilidad que tenemos todos". "Si el congreso nos sale mal, defraudaremos a mucha gente", ha reconocido el abogado valenciano. Así se muestra también Francesc Romeu, que asegura estar "muy tranquilo, muy ilusionado y muy convencido de participar en un congreso" que, a su juicio, "debe ser histórico". Romeu, que llegaba a este congreso como virtual tercera fuerza, podría estar pactando la composición de la mesa con el equipo de Ximo Puig de cara a integrarse en su candidatura en las próximas horas y repetir lo que hizo en 2008 de apoyar a Ximo Puig si no logra los avales necesarios. Así y todo, el entorno del alto directivo de Renfe destacan que en esta ocasión ha habido más tiempo para crear "una candidatura más fuerte" y han indicado que "hasta que los delegados no muestren su voluntad, es muy difícil prever nada". A lo largo de la tarde los 555 delegados -de los que 526 tienen derecho a voto-, terminarán de acreditarse. A continuación, se celebrará la inauguración del XII Congreso Nacional, en la que intervendrá la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano. Para esta tarde también está prevista la presentación del informe de gestión, la votación de la gestión de los órganos nacionales, la constitución de las comisiones y la proclamación de los candidatos a la Secretaría General del PSPV.
L. DEL CANTO

Alarte no abandona y busca apoyo para hacer frente a Ximo Puig

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Los socialistas valencianos, como ya es habitual desde hace 17 años, llegan al congreso en el que deben renovar su ejecutiva sin acuerdos, envueltos en sus interminables luchas internas y con cuatro candidatos -Jorge Alarte, Ximo Puig, Francesc Romeu y Manuel Mata- que aspiran a hacerse con las riendas del PSPV. A pocas horas de que el cónclave arranque esta tarde coincidiendo con el Viernes de Dolores en la Universidad de Alicante con el futuro de los socialistas valencianos en manos de 555 delegados -526 con derecho a voto-, las posiciones -en medio de un sinfín de conversaciones y contactos- se mantienen inamovibles. Puig se siente cerca de ganar y Alarte, por contra, rechaza retirarse, incluso, si pierde hoy la votación que evaluará su gestión al frente del PSPV. Ambos cortejan, especialmente, a Francesc Romeu y, en menor medida, a Manuel Mata para captar apoyos que les permitan afianzar sus opciones de victoria. Pero, de momento, nadie se retira y el acuerdo con el que sueña Ferraz para intentar pacificar el PSPV parece lejano. Realmente lejano. Alarte rechaza arrojar la toalla. Piensa llegar hasta el final, apuntaron desde su entorno. Lejos de retirarse como le reclama Ximo Puig para garantizar un congreso de unidad y consenso, el secretario general del PSPV seguirá hasta el final gane o pierda la votación que hoy mismo, en la primera jornada del cónclave, evaluará su gestión. Esa es su voluntad. Alarte hará un discurso muy crítico, en el que repartirá culpas a diestro y siniestro. Se atribuirá la responsabilidad pero también se la achacará a la gestión de Ximo Puig como coordinador de la campaña para las elecciones generales e, incluso, a Leire Pajín como candidata al Congreso por Alicante. No descarta promover la abstención o, incluso, el voto en contra de la gestión en una pirueta para esconder sus verdaderos apoyos, en una primera jornada que, apuntaron diversas fuentes, podría acabar entrada la madrugada. Tendrá que escuchar, eso sí, una avalancha de durísimas críticas a su labor al frente del PSPV. El informe de gestión -rechazado por un 70% de las agrupaciones- se ha convertido en el ariete de los críticos, con los afines a Ximo Puig a la cabeza, para intentar que Alarte no llegue a la ronda final y eliminarlo de la lucha. Más allá de esa batalla, sin embargo, Alarte no sólo descarta marcharse -"un secretario general se retira si pierde el poder pero no por perder unas elecciones", proclaman sus afines- y busca apoyos para tratar de afianzar sus opciones de plantar cara. Como también hace Puig -por delante en todas las cuentas de delegados- para decantar el congreso de forma defitiva. Alarte se vio ayer en persona con Romeu y con Mata -ambos ya estaban ayer por la tarde en Alicante, donde participaron en la protesta del 29M- al tiempo que conversó por teléfono con Puig. Su oferta pasa por encabezar una ejecutiva de integración, algo que el resto rechazan. El alcalde de Morella, por su parte, compartió contactos con sus socios de congreso -por el hotel en el que se hospeda pasaron desde Ángel Franco a Ana Barceló hasta algunos de sus fieles como José Manuel Orengo o Alfred Boix- pero también almorzó con Romeu que, al cierre de la edición, no había comprometido su apoyo con ninguno de los aspirantes. Fuentes próximas al excolaborador de José Blanco en Fomento sí señalaron que, en todo caso, Francesc Romeu respaldará una solución de unidad, que deje a un lado los egos personales y, en ese escenario, parecía más próximo a una entente con Ximo Puig que con Jorge Alarte, al que el resto de candidatos sitúan en una tesitura de huida hacia delante al margen de las directrices de la dirección federal del PSOE que apuesta por una candidatura única que pudiera tener un respaldo amplio. Romeu, incluso, no ha llegado a descartar, si Alarte se acaba retirando, heredar sus apoyos para ofrecerse como alternativa. Pero, en estos momentos, en Ferraz hay preocupación. Mucha preocupación. Hasta el punto de que, finalmente, la cúpula del PSOE decidió ayer suspender la visita de Rubalcaba, prevista para la apertura del congreso y aplazarla hasta la sesión de clausura. Fuentes de Blanqueries atribuyeron el cambio de agenda a que, inicialmente, la petición de la dirección de los socialistas valencianos -la cuarta federación del partido en España- era que el líder del PSOE cerrara el cónclave. Otras fuentes, sin embargo, apuntaron que Rubalcaba no quiere verse envuelto en un congreso que arrancará con una batalla campal en el informe de gestión. "No puede venir a reclamar paz y que nos estemos matando a la media hora de irse", apuntó un veterano dirigente socialista. La intervención de la sesión de clausura, para Rubalcaba, es mucho más cómoda: apadrinará la solución que se elija. Sí vendrá a la inauguración Elena Valenciano, número dos del PSOE y persona de confianza de Rubalcaba. A pocas horas de iniciarse el cónclave socialista, nadie quiere aparecer a la sombra de Ferraz. Romeu y Mata estuvieron en Madrid el miércoles. Como es norma habitual en el socialismo valenciano, basta aparecer junto a dirigentes de Ferraz para caer en desgracia. Y todos los actores que participan en esta nueva película bélica del PSPV quieren resolver el congreso en la Comunidad. Aunque sea desangrándose otra vez. El alcalde de Alcoy, el primer edil de Xàbia o un gesto con Romeu En el caso de que un acuerdo de última hora no lo remedie, el congreso de los socialistas valencianos podría empezar con una votación y con los "clanes" del PSPV midiendo fuerzas. Durante toda la jornada de ayer, se produjeron diferentes conversaciones para tratar de pactar la mesa que dirigirá el congreso de los socialistas valencianos. La cuestión no es baladí. Es el órgano que controla los tiempos de intervención, que tiene potestad sobre el proceso electoral o que decide sobre las reclamaciones. Hay un cierto consenso sobre el reparto de las dos vicepresidencias y las dos secretarías de la mesa del cónclave: será una a propuesta de cada uno de los aspirantes a la secretaría general del PSPV. El problema viene con la presidencia que, en teoría, debía articularse con un nombre de consenso. Y en ese punto han surgido las discrepancias. El sector de Alarte propone al alcalde de Alcoy, Antonio Francés, en un intento de retener su apoyo después de que el edil alcoyano tuviera un gesto con Ximo Puig y participara en uno de sus actos de campaña con la agrupación de Ibi. Los partidarios de Ximo Puig, por contra, proponen al regidor de Xàbia, José Francisco Chulvi, -uno de los que podría entrar en la carrera para la secretaría provincial de Alicante- o a la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Algemesí, Marta Trenzano, uno de los grandes apoyos de Francesc Romeu. Sería un detalle de Ximo Puig para intentar cerrar el acuerdo que afianzara su mayoría. En círculos socialistas también se apuntó anoche el nombre de Agustín Navarro, alcalde de Benidorm, como propuesta del sector de Puig, una propuesta que, sin embargo, fuentes de este grupo descartaron por completo
PERE ROSTOLL

Congreso con vistas a primarias

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Alarte y Puig aspiran a ganar y Romeu y Mata a salir del proceso bien colocados para disputar la candidatura de 2015
La convulsión interna obliga a Rubalcaba a suspender su visita de hoy para trasladarla a la clausura
199 a 196 y cuatro votos nulos; 179 a 169 y 282 frente a 262. Es el resultado de tres de los últimos cuatro congresos del PSPV, un partido que lleva 17 años, desde que perdió la Generalitat, prisionero de la aritmética. Una formación en permanente declive, parasitada a las miserias y a la derrota como modo de vida. Una organización cuyos cuadros dirigentes, de dentro y de fuera de las ejecutivas, no saben, en general, sumar. Un PSPV que lleva unos cuantos lustros acampado en un foso en forma de trinchera y en medio de la nada. Un hoyo, acotado por muros de las lamentaciones, con cada vez menos terminales que comunican con el exterior. Un desierto cada vez más despoblado de militantes (en 1997, eran más de 40.000 y hoy apenas alcanzan los 20.232) y de votantes. Desde hoy y hasta el domingo, el PSPV afronta la penúltima oportunidad que tiene para romper su condición de abonado al cainismo y evitar degenerar de minoritario, en las instituciones y en la sociedad, a marginal, para evitar que los afiliados, y los votantes, pasen de darle la espalda a desahuciarlo. El relato de acontecimientos previos al XII congreso no augura precisamente una superación de la fractura para instalarse en la cohesión y la integración. Lo segundo, o un sucedáneo, se experimentó en los años en los que Ignasi Pla fue secretario general, sobre todo en su segunda legislatura (2003-2007), admiten desde varias familias. Fue un espejismo de tranquilidad dentro de un partido en permanente estado de congreso. La situación económica boyante fue uno de los factores clave que impidió al PSPV de Pla tener más aceptación social, lo mismo que ahora la profunda crisis enterró todas las opciones electorales de Alarte. La crisis de liderazgo social fue apuntillada en un caso por la euforia económica y en el otro, por la hambruna. Concurren cuatro aspirantes, los tres de 2008 (Jorge Alarte, Ximo Puig y Francesc Romeu) y Manolo Mata, de «Esperança socialista», una versión expandida de IS. En 2000, en el mismo campus universitario de Sant Vicent del Raspeig que desde hoy acoge el congreso, llegaron cuatro a las votaciones (Ignasi Pla, José Luis Ábalos, Andrés Perelló y Josep Bresó). Entonces, el listón de avales necesarios estaba más bajo. Objetivo 2014; previa de 2015. Los cuatro que hoy concurren han formulado el mismo discurso literario de la superación de personalismos en aras de los proyectos y de la necesidad de fomentar la unidad y la cohesión. El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, les conminó a buscar la integración, pero no debe tener muchas esperanzas de que le hagan caso. La convulsión que se vive en el PSPV ha llevado a Rubalcaba a suspender su visita a Alicante, donde tenía previsto inaugurar esta tarde el congreso. En su lugar, acudirá Elena Valenciano, la número dos federal. El secretario general prefiere acudir a la clausura y bendecir al que salga elegido. De lo contrario, corría un alto riesgo de que sus apelaciones a la unidad cayeran en saco roto. Porque nadie, salvo por imperativo de la falta de firmas para concurrir, da un paso atrás. Eso sí, ya hace bastantes días que dos de los candidatos (Francesc Romeu y Manolo Mata) tienen la vista puesta en las primarias de 2014. Conscientes de que les será tremendamente difícil conseguir el aval de al menos el 20% de los 526 delegados con derecho a voto, tanto Romeu como Mata trabajan por no salir derrotados, por quedar en la mejor posición de cara a poder presentarse a primarias para ser candidato a la Generalitat. Un proceso interno que todos desean abierto a la participación de simpatizantes, esto es, a la francesa. Nadie sabe en qué contexto se celebrará esa consulta, pero a día de hoy parece probable que hay opciones de que el aspirante socialista pueda conquistar el Consell y finiquitar el ciclo político del PP. Los dos candidatos favoritos (Ximo Puig y Jorge Alarte) aspiran a la secretaria general. Gane quien gane, tendrán a partir de mañana mismo, la misión de integrar. En la ejecutiva, para empezar, pero especialmente en el día a día. Incluso en el caso de aflorar el consenso a última hora, las heridas del proceso obligarán a aplicar mucha terapia conciliadora. El grupo de las Corts. Si vence Jorge Alarte, la repercusión institucional será menor. Si se impone el alcalde de Morella, el escenario será similar al que derivó de la victoria en 2000 de un Ignasi Pla que también tenía el escaño en Madrid. Con dos salvedades: aquel congreso cerró una etapa de gestora (la de Francisco Granados) y no tumbó a ningún secretario general y, en segundo lugar, en aquellas Corts el PSPV estaba débil pero su hegemonía en la izquierda presentaba menos dudas que hoy. Los socialistas lograron en 1999 el 34,4% del voto, frente al 10,7% que sumaron EU y Bloc por separado. En las pasadas autonómicas, el PSPV cayó al 28,7%, mientras Compromís y EU alcanzaron el 13,5% en conjunto. Nunca el PP ha estado tan acorralado. Garantizar la estabilidad del partido en las Corts es la gran baza esgrimida por Alarte, quien controla dos tercios del grupo parlamentario. Puig enarbola la bandera de la integración y la apuesta por los equipos. Por convicción y para hacer de la necesidad virtud. Rafael Rubio es su apuesta de consenso para ser portavoz transitorio. La ejecutiva, primer examen. Gane quien gane, la primera prueba de fuego que tendrá es configurar la dirección. El grado de aceptación se verá en la votación del domingo, pero será a partir del lunes cuando el secretario general deberá demostrar si la fractura se supera. De la dinámica con la que se cierre el congreso, dependerá en gran parte cómo se resuelve el rosario de cónclaves comarcales que se sucederán, ahora que se recupera la anterior estructura orgánica.
FRANCESC ARABÍ

Tres candidatos pugnan por presidir la Mesa del XII Congreso Nacional del PSPV

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Los propuestos son Toni Francés, José Francisco Chulvi y Marta Trenzano
Cuatro precandidatos, tres grandes bloques de delegados afines, tres bases de operaciones (los hoteles Portamaris, Eurostar Lucentum y Maya). Durante la mañana de este viernes, se dirime la composición de la Mesa del Congreso Nacional del PSPV que empezará a las 17.30 horas en Alicante. Se trata de la primera batalla, ya que quién se lleve el gato al agua controlará algunas claves del desarrollo del cónclave, como son la recogida de avales, los turnos de intervenciones o la hora de votación de la gestión de los últimos años del secretario general del PSPV, Jorge Alarte, claves a la hora de captar los votos de los todavía indecisos en la pugna por el control del PSPV. Alarte apuesta por el alcalde de Alcoy, Toni Francés; Ximo Puig por el alcalde Xàbia, José Francisco Chulvi (aunque se ha barajado el nombre del de Benidorm, Agustín Navarro); y Francesc Romeu, por Marta Trenzano, de Algemesí. Al parecer, Manuel Mata, el cuarto en liza, estaría más cerca de las posiciones de Alarte, mientras que Romeu y Puig coinciden en la contra. Todo sigue abierto
Héctor Fernández | Alicante

RUBALCABA RETRASA AL DOMINGO SU APARICIÓN EN EL CONGRESO

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Ferraz aprieta para cerrar un pacto a cuatro bandas en el PSPV antes de esta tarde
La posibilidad de una candidatura única al PSPV, que arranca esta tarde su congreso nacional en la Universidad de Alicante, empieza a flotar en el ambiente. Según fuentes del partido, Ferraz está apurando hasta el último minuto para cerrar un acuerdo a cuatro bandas entre los aspirantes a la secretaría general, y lograr así, de un lado, transmitir una imagen de unidad —que hace años que no acompaña a la federación valenciana—, y de otro, que una eventual victoria de Ximo Puig haga aparecer al PSPV como un «contrapoder» a la federal. Los intentos de Ferraz, al contrario de lo que parecía hace una semana, podrían no caer en saco roto. Según distintas fuentes consultadas por ABC, los aspirantes a liderar el partido se muestran proclives a alcanzar un acuerdo, aunque los términos del mismo —como el nombre del nuevo secretario general— aparecen difusos. Con una salvedad: el actual líder del PSPV, Jorge Alarte, se niega en redondo a abandonar su pretensión de volver a aspirar a la secretaría general.
La «foto» de la estabilidad
Con la posibilidad de pacto con Alarte casi descartada, la figura de Francesc Romeu —próximo a Rubalcaba— aparece como fundamental para los intentos de unir al partido desde Ferraz. La integración de Romeu en el proyecto que se imponga en el congreso, si finalmente no hay acuerdo, dotaría de estabilidad al vencedor e impediría que, en caso de ser Puig, se marginase a los afines a la dirección federal. Por lo pronto, el secretario general del PSOE, que tenía previsto inaugurar el congreso, ha retrasado su participación a la clausura, cuando ya se sabrá el nombre del ganador. El cambio de agenda de Rubalcaba, así, da algo más de margen para intentar cerrar un pacto.
D. M./M. C. S. / ALICANTE/VALENCIA

Alarte busca pactos de urgencia

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El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, no iba desencaminado en su petición de unidad. El nuevo secretario general del PSPV que saldrá mañana del congreso de Alicante sólo podrá alzarse con la victoria gracias a un gran pacto con el resto de aspirantes, o al menos, con alguno de ellos. Jorge Alarte y Ximo Puig, los dos únicos con previsión de conseguir los 106 avales que te convierten en candidato, echaron ayer el resto y trataron de cerrar acuerdos con los otros dos aspirantes en liza, Manolo Mata y Francesc Romeu, con votos de delegados, pero no los suficientes para volar en solitario.
El actual secretario general del PSPV, Jorge Alarte, llega a Alicante con el hándicap de su cargo. Su situación es la más complicada, a la par que débil. O es secretario general o no será nada. Y tiene claro que quien lo dejará por el camino sólo serán los 526 delegados con derecho a voto. Ayer, en un intento in extremis de llegar al congreso con la mayoría, citó a Romeu (a primera hora) y después a Mata en su despacho de Les Corts para tratar de atraerlos a su candidatura. Pero el representante de Esperanza Socialista dice que con su votos «no será». Tampoco parece que lo será con los de Francesc Romeu, a quien los alartistas necesitan para ganar el congreso. Paradojas de la vida, ambos aspirantes se tienen poca simpatía desde hace años, pero durante este proceso parecían haber acercado posturas. Hacer de la necesidad virtud por las dos partes. El problema es que a menos de 24 horas del congreso, los afines a Alarte no son capaces de garantizar un pacto Alarte-Romeu que pondría en solfa a la mayoría de Puig.
De hecho, ayer la candidatura de Puig se reunió con Romeu en una comida en Alicante. Las negociaciones para una integración del segundo en la candidatura con la que abordó el congreso hace cuatro años están siendo fructíferas y ya hay quien no deja lugar a dudas a que la alianza se volverá a repetir. La entrada de Romeu en la posible ejecutiva del candidato de Morella, en un doble puesto clave de responsabilidad y visibilidad semanal, podría ser determinante para reeditar el pacto. Eso y que en Ferraz ya ven a Puig como ganador del congreso, lo que podría haber inclinado la balanza de cualquier congreso hacia la suerte del favorito.
Lo que está claro es que nadie puede ganar el congreso en solitario. Eso también lo tienen claro los miembros de la plataforma @una. Terminada su ronda de contacto con los cuatro candidatos y a menos de 24 horas del congreso han decidido que darán el medio centenar de firmas que han logrado recabar para la candidatura que una a Jorge Alarte y Francesc Romeu. Es decir, la plataforma de alcaldes y portavoces asegura la victoria numérica a la pareja si consiguen llegar a un pacto. En esa unión también meten a Manolo Mata. De esa unión saldrían los 50 avales de la plataforma, que garantizarían la estabilidad del PSPV, según fuentes del grupo.
Lo que está claro es que de una acuerdo entre varias partes saldrá la candidatura ganadora. Hoy comenzarán a verse las primeras claves. La elección de la mesa del congreso y la votación del informe de gestión serán las primeras piedras en el camino de Alarte. Ayer se iniciaron las arduas negociaciones que pueden salvar in extremis el trance de votar la mesa. Los alartistas proponen al alcalde de Alcoy, Toni Francés, mientras que el otro frente podría utilizar el puesto para forjar su pacto con Romeu.
Precisamente por el escenario de jaleo que se prevé, Rubalcaba, ha decidido rectificar su agenda y no asistirá a la inauguración y sí lo hará a la clausura. Así lo anunció ayer Ferraz, que se enfrenta al final de un congreso que puede salir mal.
MARTA HORTELANO

Contactos de última hora en el PSPV ante un congreso que sigue abierto

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El deseo de Rubalcaba, que opta finalmente por estar en la clausura del encuentro, de un partido “unido y fuerte” impulsa la búsqueda de acuerdos
Los contactos entre los candidatos se han intensificado en las horas previas al 12º congreso del PSPV-PSOE, que comienza el viernes por la tarde en Alicante. Tras la reunión que mantuvo el pasado martes en Madrid el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, con el actual secretario general y candidato a la relección, Jorge Alarte, y con su principal rival, el alcalde de Morella y diputado en el Congreso, Ximo Puig, las aproximaciones, en busca de una solución que supere la gran división existente, se suceden.
Francesc Romeu y Manuel Mata, los otros dos candidatos, que tienen dificultades para lograr los 105 avales necesarios para ser oficialmente proclamados, también se han reunido con la dirección federal del PSOE y asumen ahora una responsabilidad añadida de cara a conseguir ese PSPV-PSOE “unido y fuerte” que Rubalcaba pidió a Alarte y Puig.
El congreso, de todas maneras, sigue abierto. La división en bloques aparentemente irreconciliables, pese a que los discursos públicos no reflejan grandes diferencias y apelan a la unidad y la integración, se ha convertido en una característica permanente de los congresos del socialismo valenciano. Algo que, incluso desde dentro el partido, algunos sectores empiezan a asumir como un estado de “crisis interna”. Precisamente la situación que menos conviene al PSOE tras los reveses que ha sufrido el PP de Mariano Rajoy en las elecciones andaluzas y asturianas, un auténtico balón de oxígeno para un socialismo español que vivió el año pasado las horas más bajas de su apoyo social en las elecciones. Por eso, el proceso despierta inquietud en la dirección federal del partido, aunque ha garantizado que no habrá injerencias en el desarrollo del congreso
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El líder del PSOE clausurará el domingo el congreso en Alicante Rubalcaba, que tenía previsto inaugurar el viernes por la tarde el congreso, que ha trasladado su escenario del auditorio del Colegio de Médicos al Paraninfo de la Universidad de Alicante, ha anunciado a última hora que asistirá a la clausura, el domingo a mediodía. En su lugar, la intervención inaugural irá a cargo de la vicesecretaria general, Elena valenciano. Se abrirá entonces el plazo para la firma de avales, que acabará casi a medianoche. Esa misma tarde, Jorge Alarte defenderá ante el cónclave su informe de gestión. La proclamación de candidatos será a última hora del viernes y el sábado por la mañana, tras los discursos, se producirá la votación del secretario general, cuyo resultado se hará público a las 13.30, aproximadamente.
Alarte y Puig ya se enfrentaron en el anterior congreso del PSPV-PSOE, en septiembre de 2008. Entonces ganó el actual líder de los socialistas valencianos por 20 votos. También Romeu trató de optar, pero acabó apoyando a Puig tras no lograr los avales suficientes. A ellos se ha unido esta vez Manuel Mata, apoyado por una plataforma denominada Esperanza Socialista.
El regreso a la estructura comarcal de organización, que fue sustituida en el 11º congreso por una organización provincial que ha sido muy criticada; la elección de los candidatos en primarias abiertas a los simpatizantes y la del propio secretario general también en primarias son algunas de las novedades que incluye la ponencia marco, a la que se han presentado 7.400 enmiendas. Asisten al congreso 555 delegados, de los que tienen derecho a voto 525.

Los candidatos en "Los encuentros de EL MUNDO.es"

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JORGE ALARTE XIMO PUIG

EL FUTURO DEL PSPV

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Alarte y Puig no se ponen de acuerdo ni para formar la mesa del congreso
El PSPV teme que no se consensúe este órgano y que se muestre la división el primer día, con Rubalcaba presente
Ni unidad, ni consenso, ni candidatura única. El favor que el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba pidió el martes a los dos aspirantes a dirigir el PSPV con posibilidades reales de triunfo, Jorge Alarte y Ximo Puig, tiene más visos de quedarse en una utopía que en una realidad. La federación socialista valenciana lleva camino de ser más rebelde que el mismo James Dean y amenaza con dar el espectáculo en la cara del líder del PSOE, que asistirá al primer round del combate orgánico. «Si el congreso se celebrara hoy -por ayer- la formación de la mesa se decidiría por votación y con dos listas», reconocía ayer un destacado socialista del sector alartista. Y es que lo que en todo congreso se consensúa, con el tira y afloja propio de tratar de colocar al máximo número de afines, en el cónclave de Alicante se tomará como la primera prueba de fuego para las candidaturas, antes incluso que la esperada votación del informe de gestión de Alarte y su equipo. La mesa del congreso, y su presidente, no dejan de ser una figura simbólica y un triunfo simbólico en cualquier congreso de cualquier partido político. En el anterior del PSPV la presidencia recayó en manos del exalcalde de Alfafar Emilio Muñoz y no supuso para el actual secretario general más que la primera negociación de las que hubo de gestionar en sus 48 horas de congreso. Ahora, el enfrentamiento entre candidaturas es de tal magnitud que nadie quiere dejar escapar ningún triunfo. Y más cuando la mesa del congreso puede resultar algo más que simbólica en este congreso de choque de trenes. El primer escollo llega con la apertura del plazo de recogida de avales un rato antes de que el secretario general lea su informe de gestión, donde se prevé un voto mayoritario por el no. Esa será la primera decisión que deberá adoptar la mesa del congreso, de ahí la importancia de quién la controle. Los afines a Puig no están por la labor de aceptar esa norma que la Organización del congreso se sacó de la chistera en el último momento. La medida permite a los delegados avalar a Alarte antes de saber si la gestión se aprueba o no, lo que permite al secretario general poder aglutinar los apoyos antes incluso de la votación y escenificar que su retirada es poco menos que una utopía para sus rivales. Por eso, los afines a Puig van a plantar batalla hasta en este órgano. En sus planes está que la mesa del XII congreso del PSPV, que se celebra en Alicante desde mañana, esté presidida por un alcalde. Uno de los que dieron el salto del alartismo al lermismo. Y en eso pondrán sus energías hasta que mañana se constituya ese órgano que tiene como objetivo decantar las decisiones que se toman durante el congreso. Y en esas, con la amenaza de dos listas para la mesa del congreso y una decisión que se debería tomar en votación (se habla incluso de estrenar las urnas en ese momento)hará su llegada el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, que podría vivir en primera persona el duelo entre quienes recibieron hace 48 horas la recomendación de formar una única candidatura. En el PSPV existe cierto malestar con la idea de que el número uno del PSOE haya preferido evitarse la clausura y creen que evita así comprometerse con el resultado del congreso. «Tiene el mismo cordón sanitario con el PSPV que Rajoy con el PPCV», decía ayer un socialista. El caso es que él esperaba encontrar paz y parece que se topará con guerra.
Rubalcaba no recibe a Mata y a Romeu en su visita a Ferraz
Los dos candidatos a la secretaría general del PSPV que todavía no habían sido llamados a consultas por la dirección federal del PSOE, Manuel Mata y Francesc Romeu, lo hicieron ayer. Ambos fueron convocados por separado, aunque coincidieron en el AVE camino de Madrid. Según Mata, el encuentro, en el que no estaba Pérez Rubalcaba, fue muy «cordial y productivo» porque tanto la vicesecretaria general, Elena Valenciano, como el secretario de Organización, Óscar López, se mostraron dialogantes con las propuestas de los dos aspirantes. «Querían escuchar la opinión de todos», reconoció Mata ayer, que aseguró que él defendió en todo momento que sería más conveniente que llegaran tres candidatos en lugar de los dos previsibles y abogó por una integración después de la votación, nunca antes. En esta misma línea, ayer Jorge Alarte se reunió con el grupo de munícipes de @una, en la última de las citas con candidatos. Los jóvenes alcaldes y portavoces pidieron al secretario general «responsabilidad» para que el partido salga del congreso «más unido que nunca». Por la mañana, en una entrevista en Radio Nou, Alarte reconoció que no será el síndic en Les Corts si él no gana el congreso, pero insinuó que quien quiere la victoria de Puig es Fabra.
Alarte rechaza la oferta de Puig de seguir como portavoz si pierde la secretaría general
El actual líder del PSPV y candidato a seguir en la secretaría general, Jorge Alarte, ha rechazado la oferta de integración del otro gran favorito para el triunfo en el congreso nacional que comienza el próximo viernes en Alicante, Ximo Puig. El alcalde de Morella entiende que si gana el conclave, como todo apunta que así será, su primera opción para ocupar la portavocía en las Cortes autonómicas, sería la continuidad de Jorge Alarte. Puig ha expresado hoy en una entrevista concedida a Ràdio 9 que también ha analizado el congreso con Alarte. Al ser preguntado por esta oferta, el líder del PSPV considera «improbable ese escenario» porque se ve ganador del congreso. Ahora bien, si no obtuviera el respaldo del congreso Alarte descartó seguir como portavoz. «Soy de otra generación diferente a la de lo importante es tener sillón, da igual que sillón», por lo que abandonaría su actual responsabilidad al frente del grupo parlamentario socialista y sería el «diputado 99».. Ambos coinciden en que el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, les pidió conformar una opción sólida y cohesionada para la cita de Alicante. Alarte ha eludido valorar el hecho de que tres de cada cuatro agrupaciones hayan rechazado su informe de gestión, ya que «la legitimidad en esta materia la tiene el congreso y esa votación aún no se ha producido». Ximo Puig, por su parte, apuesta por la cohesión y afirma que Francesc Romeu y Manuel Mata (los otros dos candidatos), serían parte de la nueva dirección. Preguntado por si en el lugar de Alarte se hubiera presentado a la reelección pese al rechazo a su gestión, Puig ha sido claro: «No, no me hubiera presentado».

Primera huelga general de la 'era' Rajoy

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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se enfrenta este 29 de marzo a su primera huelga general desde que asumió el cargo, este jueves hace exactamente 100 días.
La polémica reforma laboral aprobada por el Ejecutivo, que abarata el despido y fomenta la flexibilidad en el ámbito empresarial, ha sido el detonante del paro convocado por los sindicatos, que consideran que la nueva normativa "precariza todavía más" el mercado laboral español y no ayuda a fomentar la creación de empleo. Todo lo contrario opina el Gobierno, que considera que la reforma está hecha para crear empleo y que no haya "tres millones de despidos" como los que se produjeron con el anterior gabinete socialista. La reforma ha sido muy bien recibida en el ámbito empresarial, que la considera positiva y en la línea adecuada para que el mercado de trabajo camine hacia empleos más estables y nuevas contrataciones. En el otro extremo, las organizaciones sindicales la consideran una amenaza para los trabajadores y se muestran convencidos de que no ayudará crear empleo. Por ello han decidido convocar una huelga general que ya preveía Rajoy, sabedor de que con esta reforma se traspasaban las líneas rojas de los sindicatos, pero convencido de la necesidad de modernizar el mercado de trabajo. Los sindicatos consideran la reforma laboral aprobada por el Gobierno del PP de manera unilateral como "la más regresiva" para los derechos de los trabajadores y desde su puesta en marcha han ido combatiéndola en las calles con manifestaciones, concentraciones y otros actos de protesta. La idea que siempre han tenido las centrales sindicales era la de caminar hacia una escalada de movilizaciones, acompasándola al ánimo de la población. Aunque en ningún momento descartaron convocar una huelga general, su intención siempre ha sido la de parar la reforma antes de tener que llegar a esa movilización, decisión que tomaron el pasado 9 de marzo. Antes, los sindicatos se dirigieron en dos ocasiones al Gobierno para pedirle que abriera un escenario de negociación donde echar por tierra aquellos aspectos de la reforma más lesivos para los trabajadores. Enviaron dos cartas a Mariano Rajoy para pedírselo, incluyendo en la última de ellas sus alternativas a la reforma laboral, como la creación de un contrato para empresas de menos de 25 trabajadores con una indemnización creciente de cinco días por trimestre. Sin embargo, el presidente del Ejecutivo hizo oídos sordos y la reforma laboral del PP salió adelante con el apoyo de CiU, UPN y Foro. La de este jueves es la sexta huelga general de 24 horas de la historia de España y la segunda que se convoca a un Gobierno del PP. Pase lo que pase en esta jornada de movilización, el Gobierno ya ha advertido que la protesta sea un éxito de participación no piensa modificar las líneas fundamentales del proyecto de reforma laboral durante el trámite parlamentario.

Bloqueos e incidentes puntuales en la Comunitat al inicio de la huelga general

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Los piquetes están colapsando el tráfico en el centro de Valencia y han bloqueado de madrugada las entradas de Mercavalencia, el Mercado de Abastos de Castelló, la planta BP de Castelló o Ford - El tráfico de la Línea 1 de Metrovalencia en Paterna se restablece tras ser interrumpido por neumáticos ardiendo

Romeu se acerca a Puig y complica a Alarte su decisión de llegar hasta el final

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Ferraz reúne al de Silla y a Mata y les traslada el deseo de cohesión y unidad que ya hizo llegar a los favoritos
En la víspera del XII congreso del PSPV, cada vez toma más cuerpo la posibilidad de que el cónclave sea una secuela del celebrado en el Palacio de Congresos en 2008, en cuanto a los protagonistas de la votación para elegir al secretario general: Jorge Alarte y Ximo Puig. Pero en las últimas horas se ciernen dudas sobre si las alianzas se conformarán con las parejas cambiadas. Que Leire Pajín y Ciprià Císcar van esta vez con el alcalde de Morella es definitivo. La alianza se coció antes incluso del congreso federal de Sevilla. Pero, en el otro lado, Alarte no ha conseguido amarrar, en puertas del congreso, un acuerdo con Francesc Romeu, quien formó "ticket" con Ximo Puig hace tres años y medio. El líder del PSPV está resuelto a llegar hasta el final, incluso si se diera la circunstancia probable de perder la votación del informe de gestión. Cuestión distinta será la disposición de sus afines a acompañarlo en esa tesitura. El secretario general se ha encontrado, con todo, con un contratiempo inesperado: el acercamiento de Romeu hacia el alcalde de Morella. El aspirante que, según diversas fuentes, parte como tercero en discordia ha dejado clara su disposición a buscar un acuerdo que apuntalara una mayoría y que le diera ventaja de cara a lograr un espacio de proyección política, con vistas incluso a las primarias, que le sería más difícil conseguir si fuera el último en sumarse a un gran acuerdo o si pierde el congreso. Romeu no ha cerrado nada con Puig ni con Alarte, pero afines a este último expresaron su preocupación ante la "negociación a dos bandas de Romeu, que no quiere perder y quedarse fuera", explicaron. El de Silla ha abonado las dos salidas posibles, dado que en ningún caso Alarte ha accedido a ofrecerle liderar una alianza contra Puig. Con todo, lleva semanas cultivando un acercamiento al alartismo con vistas a intentar pescar avales en ese campo en caso de que un no a la gestión provocara la retirada del secretario general. El candidato Manolo Mata sigue apostando, por su parte, por dar libertad de voto a sus delegados en caso de no alcanzar los 105 avales necesarios para ser proclamado candidato. Si los lograra, él mismo sería el primer sorprendido.
Alarte, al todo o nada
Alarte no piensa tirar la toalla. De ninguna manera aceptará el secretario general la propuesta de Ximo Puig de retirarse a cambio de seguir como síndic en las Corts. Si pierde, se convertirá en diputado de base. Así de tajante lo explicó ayer. El alcalde de Morella, que ayer reunió a sus delegados valencianos en l'Alcúdia y a los de Alicante en Sant Vicent, sigue ofreciendo acuerdos pero tampoco está dispuesto a renunciar. Por ahora, los deseos de Alfredo Pérez Rubalcaba de que el congreso debería resolverse con el máximo de integración, cohesión y unidad y con una solución lo más sólida posible quedan en eso, en deseos. El mismo propósito favorable a evitar la fractura fue expresado ayer por la tarde a los aspirantes Francesc Romeu y Manolo Mata, en el transcurso de una reunión en Ferraz, un día después de la que mantuvieron con Alarte y Puig. El secretario de organización Óscar López, subrayó que la dirección federal no pretende de ningún modo injerirse en la resolución del congreso y respeta la autonomía del PSPV. La constitución de la Mesa del congreso, el órgano que gestiona el orden del día y la marcha del cónclave no es una cuestión de mera intendencia cuando el escenario es de confrontación. La elección de la Mesa es siempre un termómetro que marca hasta qué punto prima la fractura, dado que puede consensuarse o se puede llegar a la votación entre varias propuestas. Si sucede esto último, ya se podrá testar con datos reales el reparto de fuerzas. En el cónclave que empieza mañana parece vislumbrarse una operación desde las filas de la candidatura de Puig para controlar ese órgano con vistas a cambiar el orden del día. Con el propósito de evitar que la "apertura del plazo para la presentación de candidaturas", esto es, la recogida de avales, preceda al debate sobre el informe de gestión. Dicho de otro modo, para que el secretario general, Jorge Alarte, no pueda empezar la recogida de avales antes de que se inicie el debate sobre el informe de gestión y, obviamente, bastante antes de que se produzca la votación. Es evidente que resulta más embarazoso para un delegado solicitar la devolución de su firma o invalidarla avalando a otro aspirante -la duplicidad provoca inmediatamente la anulación de los dos avales- que simplemente no firmar. No cabe ninguna duda de que el secretario general echará el resto para recabar el máximo de avales antes de que empiece la gran batalla del informe de gestión. Un debate que, por otra parte, será maratoniano y que podría prolongarse hasta la madrugada. Lo contrario sería una sorpresa, visto el orden del día del congreso.
FRANCESC ARABÍ