Sus afines se retratan y se arrogan las denuncias de casos de corrupción como baza para ganar el congreso de los socialistas
Eran diecinueve, aunque en realidad son veintidós. El secretario general del PSPV, Jorge Alarte, congrega a los dos tercios de su grupo parlamentario como apoyos para el próximo congreso de renovaciónd e la dirección del partido. La cifra sería un éxito si no fuera porque la lista de 33 diputados y diputadas que actualmente ocupan un escaño de Les Corts fue diseñada exclusivamente por él. De hecho, muchos le reprocharon en su día que dejara fuera del grupo parlamentario a la representación de varias sensibilidades del partido. Pero de ese grupo, y en sólo diez meses desde las elecciones, ya han volado un tercio de los parlamentarios hacia otro nido.
Los diputados alartistas (faltaron Jordi Serra, en una comisión, y Vicent Arqués, que no pudo ir) eligieron ayer el hemiciclo de Les Corts para lanzar dos mensajes a los bandos rivales: la mayoría del grupo parlamentario está con
Jorge Alarte y, además, él es el único que garantiza que la oposición siga denunciando casos de corrupción en la Comunitat. El impulsor del manifiesto, el vicepresidente segundo del parlamento valenciano Ángel Luna, lo dejó claro. «Lo que hemos hecho, los momentos duros y lo que hemos tenido que aguantar muchos de nosotros ha sido posible porque contábamos con el respaldo de la dirección del partido encabezada por Jorge Alarte».
El grupo de afines al secretario general quiere que el texto que han redactado se convierta en la introducción de la ponencia marco que se aprobará en el XII congreso del PSPV. Pero no sólo eso. Preguntado por si si consideran que con otro de los aspirantes a liderar el PSPV (
Ximo Puig, Francesc Romeu, o Manolo Mata) se habría actuado o se actuará de la misma manera, en los casos de corrupción, Luna respondió que «hay dudas y certezas». «Dudas con lo que haría cualquier otro porque estamos en el terreno de la hipótesis. Certeza porque sé lo que ha hecho Jorge Alarte en este tiempo», recalcó.
Entre las ausencias, la del propio secretario general, que asistía en Oviedo a la conferencia de barones socialistas, y la de once diputados de diferentes sensibilidades con un objetivo encomún: que Alarte no repita como líder del PSPV. No acudieron los afines a Ximo Puig, pero tampoco los cercanos a Leire Pajín, ni a Manolo Mata. Entre ello, cundía ayer la crítica a un acto en el que se ha utilizado la condición de diputados apra tratar un tema orgánico. El principal problema que aducen quienes no quisieron fotografiarse con la candidatura encubierta de Alarte es que en el cto se mezclaron dos conceptos distintos. Por un lado, el apoyo al secretario general, y por otro, el respaldo a su polícitica de denuncias de casos de corrupción. Fuentes autorizadas de la candidatura de Puig recordaron ayer que no son contrarios a las denuncias de casos de corrupción, pero no están de acuerdo en la manera en que los afines a Alarte se arrogan ahora el mérito de algo en lo que todo el partido está de acuerdo. «No salir en la foto de ayer no quiere decir que apoyes la corrupción», criticaba ayer una socialista, que cree que se ha contaminado la función del grupo parlamentario, que no es otra que la de hacer oposición.Además, las mismas fuentes acusana a Alarte de haber fracturado un grupo parlamentario que él mismo creó sólo para ganar un congreso.
Por su parte, para contrarrestar, ayer la alternativa progresista de Puig hizo público el número de socialistas que ya se han adscrito a su manifiesto, más de 400. Entre ellos, personas del círculo más estrecho de Leire Pajín como Encarna Llinares, Ana Barceló o Federico Buyolo.
02.03.12 - 00:07 -
MARTA HORTELANO | VALENCIA
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