Alarte y Puig tienen el pasaporte de candidato garantizado, mientras que Romeu y Mata se disputan otra plaza
Hoy tendrán lugar e la Comunidad la mayoría de las asambleas para elegir los delegados que acudirán al congreso nacional del PSPV a partir del 30 de marzo en Alicante. Será una jornada en la que se podrán extraer algunas conclusiones. Hasta el momento, el transcurrir del calendario precongresual deja una foto encaminada a un cónclave con tres candidatos donde dos ya tienen nombre: Jorge Alarte y Ximo Puig. El secretario general rondaría un apoyo del 38% de los delegados, mientras que el alcalde de Morella estaría en el entorno del 32%.
En el congreso, el mínimo de avales para convertirse en candidato oficial es de un 20% (104 delegados), por lo que ambos llegan sobrados.
Alarte «va sobrado» porque aún mantiene el aparato del partido a su servicio y puede hacer gestos de fuerza como el de los dos tercios (le falló el otro tercio) de los diputados autonómicos que esta semana se retrataron en apoyo del ex alcalde de Alaquàs.
La bisagra de Pajín y Ciscar
En el caso de
Puig, aglutina a parte del núcleo duro del neolermismo y la FSP-UGT. Si es capaz también de asimilar a
Leire Pajín y a
Ciprià Ciscar —este último es más que probable que lo apoye—, podría poner en jaque a Alarte y hasta salir vencedor. Eso, siempre y cuando ambos fueran los únicos contendientes, pero el congreso parece encaminado a que haya tres candidatos, pese a la dificultad de hacer vaticinios en este momento del proceso. Y es que
Francesc Romeu y
Manuel Mata se disputan un 30% restante de la militancia que quiere «mover el árbol» de los que encabezan una oposición política que parece condenada a perpetuarse como tal en la Comunidad.
Romeu, quien se impuso recientemente en la agrupación de Ciutat Vella en la capital del Turia conquistando tres de los cuatro delegados, podría tener al 20% de los delegados —el mínimo exigido—, circunstancia que ya logró en el congreso de 2008, aunque con el apoyo de Pajín. Si llega al Congreso podría verse impelido por Ferraz a pactar con Alarte, en una alianza un tanto artificial.
Mata es quien estaría más rezagado, con un 10% de los delegados de su parte. Eso sí, es la única cara nueva en la liza, y podría haber sorpresas entre gente que presuntamente ha expresado otras intenciones de apoyo
Los delegados están muy presionados en esta fase del proceso precongresual, pero la modalidad de voto secreto establecida en el congreso de Alicante puede deparar muchas sorpresas en la recta final. Esa situación de incertidumbre sobre el resultado crecerá si concurren, como parece, tres candidatos.
M. CONEJOS / VALENCIA
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