El silencio de Pajín incomoda a Puig

Tan sólo una foto tomada durante una cena en el congreso del PSOE, en Sevilla, hizo saltar todas las alarmas en el PSPV. Un brindis por la entonces candidata Carme Chacón unió a extraños compañeros de mesa como Leire Pajín, Ximo Puig, o Ciprià Císcar. Tres cabezas de familia de las estirpes más arraigadas en el socialismo valenciano unidas por una misma causa. O mejor dicho, contra Jorge Alarte. Días después del congreso de Sevilla, la exministra de Sanidad hizo unas declaraciones en las que alertaba del hastío de la militancia con el secretario general y pedía una nueva solución para el PSPV. Sin dar nombre, la cauta Pajín daba la espalda a quien en 2008 recibió sus avales para ganar el congreso de los socialistas valencianos y, por consiguiente, se unía a la alternativa surgida en torno a Ximo Puig. Lo que Chacón une que no lo separe el PSPV. Desde el congreso del PSOE han pasado ya dos meses y, al margen de esas palabras y del brindis de marras, Pajín no se ha dejado significado con ninguna de las candidaturas. Ningún gesto que pueda costarle un sonrojo si finalmente se decanta por una u otra opción. Lo mismo que el exsecretario de Organización Ciprià Císcar, que participó del brindis, pero no ha seguido el camino de Puig en público. Pajín y Císcar no se retratan si para conseguir lo mismo pueden mandar a sus subalternos. Y así está siendo. Pero eso no significa que finalmente esté con la causa. El problema es que los números de delegados que forman la tropa de cada uno de los candidatos no dan. O sobran delegados, o los precandidatos no saben de matemáticas. Los afines a Puig se arrogan casi la mayoría de firmas. Casi las que dan el 50% que convierte a un candidato en secretario general. Y en esos sus números parecen estar sumados el medio centenar de delegados con que cuenta la alicantina y algunos más prestados. Eso, a pesar de que la matriarca de los pajinistas no ha dicho ni mú y no todos sus afines estarían dispuestos a ir con Puig. Véase la secretaria de Organización, Elena Martín, enfrentada a algunos históricos alicantinos que secundan al alcalde de Morella en Alicante. En ese caso, el congreso es paralelo. Fuentes cercanas al entorno de Alarte recordaban ayer que en el anterior congreso del PSPV, en 2008, la entonces número dos del PSOE comenzó el precongreso apoyando la candidatura lermista, aunque optó por recoger avales en blanco para una posible candidatura de Alejandro Soler y finalmente entregárselos después a un ganador Jorge Alarte. Ahora, bien podría pasar lo mismo, porque sus afines (Ana Barceló, Federico Buyolo o el alcalde de Benidorm, Agustín Navarro) trabajan de la mano de Puig, pero otros, no pueden ni verlo. Ella, por si acaso, no ha querido mostrar su simpatía o recelo para no tener que dar un paso atrás. Exactamente igual que hace cuatro años. Pero su silencio, incomoda y mucho a la candidatura de Puig, O al menos, a parte de ella. Pero saben que las estrategias política son así. «La gente se suma a caballo ganador, de ahí que en el recuento todos digan que van en cabeza», reconocía ayer un afín a Alarte. Pero desde la alternativa de Puig no creen que esta vez Pajín cambie de voto. Confían en la palabra de la alicantina, aunque desde el entorno de Alarte, no se deje de poner en duda. En la misma circunstancia se encuentra la plataforma municipalista de @una, que cuenta también con 50 avales. Pero parece que los de ellos, irán para Alarte.

MARTA HORTELANO