El alcalde de Morella, con un 65%, logra el apoyo de todos los sectores enfrentados a Alarte
El derrotado líder socialista mantuvo su candidatura pese a ver rechazada su gestión el viernes
El alcalde de Morella y diputado nacional,
Ximo Puig, es el nuevo secretario general de los socialistas valencianos. Los delegados que asisten al 12º congreso del PSPV han apoyado la candidatura de Puig con el 61% de los votos (321 de los 525 compromisarios). El alcalde de Morella ha logrado el apoyo de todas las familias que estaban descontentas con Jorge Alarte, que hasta hoy lideraba el PSPV.
Alarte, solo ha logrado el 34% de los apoyos de los delegados (179 votos), lo que significa que no ha podido arañarle votos a Puig. Ni de los seguidores de la ex ministra de Sanidad Leire Pajín, ni del exdiputado Francesc Romeu -que antes del congreso ya había sellado una alianza con el alcalde de Morella- y, aparentemente, tampoco de los delegados que apoyaban a Manuel Mata de Izquierda Socialista.
Los delegados han tenido que pronunciarse esta mañana por revalidar el liderazgo de Alarte o apostar por Puig, que en el congreso de 2008 perdió por poco más de 20 votos en un duelo idéntico. Solo ellos dos luchaban por la secretaría general del PSPV-PSOE en el 12º congreso que se celebra desde ayer en Alicante, después de que los otros dos aspirantes, Francesc Romeu y Manuel Mata, no lograran, al término del plazo establecido para ello -las dos de la pasada madrugada- los avales necesarios para concurrir finalmente a la elección del nuevo líder del partido.
Una vez que el congreso tumbó –anoche- el informe de gestión de Alarte, los socialistas valencianos han profundizado en su división interna. Pese a ver rechazada su gestión, el hasta hoy secretario general insistió en dar la batalla.
El secretario general y aspirante a la reelección afirma que "no ha sido posible un pacto por el socialismo"
Descartados Romeu y Mata, Puig y Alarte se han dirigido a primera hora de la mañana a los socialistas reunidos en la Universidad de Alicante. El orden de las intervenciones se ha decidido por sorteo. Ha abierto la sesión Puig, quien ha entrado en el salón de actos entre los aplausos de los suyos. "El socialismo es optimismo por definición", ha comenzado, y ha citado a Pablo Iglesias y a Ramón Rubial. Ha mencionado después a Felipe González (con él se redujo la jornada laboral), y ha hablado de las conquistas de los socialistas como la sanidad pública, la educación gratuita, etc. "No somos un club de fans sino un partido de izquierdas consciente", ha explicado Ximo Puig, que ha recordado a fallecidos como Antonio Godoy, Antonio Moreno y Loli Huesca y ha elogiado a los jóvenes que protestaron por las calles de Valencia en “un ejemplo de rebeldía”.
Puig se ha referido a la lucha contra la corrupción, que "está en el ADN de los socialistas" y que no es patrimonio de nadie. Tras hablar de Asturias y Andalucía, ha asegurado: "Aquí no vamos a parara a la derecha, aquí vamos a ganar a la derecha". El candidato ha propuesto una alternativa socialdemócrata, valencianista, europeísta y feminista. Se ha referido a la deteriorada imagen de la Comunidad Valencia y ha dicho: "Los corruptos son los de la derecha, no el pueblo valenciano".
El alcalde de Morella ha sido el primero en dirigirse a los compromisarios socialistas
Puig no ha eludido el cuerpo a cuerpo y tras apelar a la unidad y a la democracia interna, ha lanzado una puya a Alarte, sin citarlo, por oponerse en el congreso del PSOE a la elección por los militantes del secretario general: "No se puede decir una cosa aquí y otra en Sevilla". Pero acto seguido , tras asegurar que "Rajoy quiere borrar a la Comunidad Valenciana y es hora de que Rubalcaba la ponga en el mapa" ha hecho un guiño a Mata, Romeu y Alarte, que ha calificado de "activos fundamentales del partido".
Jorge Alarte ha subido al estrado a continuación y ha reconocido que "no ha sido posible un pacto por el socialismo". Y ha sorprendido a los delegados con un discurso formalmente suave pero muy duro en el choque con la cultura política interna de la que procede Ximo Puig. Tras afirmar que que hay que superar el síndrome de la derrota de 1995, ha elogiado el periodo de Lerma, pero ha advertido de las opciones que "solo sirven para construir alternativas internas de poder". Y ha pedido respaldo para el trabajo del grupo parlamentario que encabeza en las Corte y ha reivindicado a los "nuevos alcaldes”, como los de Vila-real, Mislata, Alcoi, etc.
El todavía secretario general del PSPV ha defendido que hay que sintonizar con el PSOE de Rubalcaba, sin matices. Y ha afirmado que se alegra de que Puig diga que la lucha contra la corrupción está en el ADN del partido, pero ha añadido: "Algunos han criticado que luchemos tanto contra la corrupción". Y ha advertido del peligro de división de los socialistas valencianos. "Este congreso 11-bis no es un mensaje coherente para los valencianos", ha advertido Alarte tras reivindicar que, aunque perdieron las elecciones, el diagnóstico "es cierto".
Alarte ha insistido en el "programa compartido" por todos y en marcar las diferencias de análisis y de actitud con Ximo Puig. Ha dejado caer que no se puede estar 30 años con lo mismo –una puya directa a su rival, encuadrado en el lermismo desde los años ochenta- y ha recordado que él procede del movimiento estudiantil. Tras asegurar que su objetivo sigue siendo ganar las elecciones, no "estar en un cargo", Alarte se ha dirigido a los delegados de Mata y Romeu. "Desde la conciencia de haberlo intentado", se ha manifestado a favor de una sola componenda: el futuro del socialismo valenciano".
Adolf Beltran
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